Las áreas de trabajo de antropología en el Perú son muy variadas, pero tienen algo en común: la investigación y el análisis.
De acuerdo con la Base de Datos de Pueblos Indígenas u Originarios, a la fecha se tiene información de 55 pueblos indígenas en el Perú: 51 de la Amazonía y cuatro de los Andes. Estos pueblos tienen su origen en tiempos anteriores al Estado, conservan todas o parte de sus instituciones distintivas, así como una conciencia colectiva de su identidad indígena.
En un país como el nuestro, la Antropología es clave para entender las diversas culturas. Como menciona el doctor Alex Huerta Mercado, docente de Antropología en la Pontificia Universidad Católica del Perú, esta disciplina estudia la cultura humana desde el punto de vista de las personas que interactúan en la sociedad. Es decir, el antropólogo convive con la comunidad para entender y compartir su punto de vista.
“El trabajo de campo permite entender las necesidades de la población, establecer programas de desarrollo, mejorar las capacidades educativas, generar conciencia y establecer puentes. A su vez, busca propiciar perspectivas integradoras que problematicen aspectos dados por ‘normales’ en la sociedad, como el machismo, el racismo, la homofobia y otros prejuicios característicos de sociedades que no dialogan consigo mismas”, explica Huerta.
✓ TERRENO LABORAL
El antropólogo puede trabajar en educación, desarrollo, investigación y en comunicaciones. También en áreas de salud, comunicación digital, publicidad, política comunal, conflictos mineros, manejo de recursos hídricos, memoria y reparación, organizaciones políticas locales, así como en investigaciones sobre religión, chamanismo, catolicismo popular, cultura popular urbana, medios de comunicación y mucho más.
✓ CARRERA ABIERTA
La antropóloga Illa Liendo Tagle es una viajera empedernida interesada por las culturas. Esa pasión la decidió por esta carrera. “Si te gusta viajar, leer, investigar, entrevistar y redactar ensayos, informes y artículos académicos, la antropología es para ti. Mi parte favorita de esta profesión es el trabajo de campo, viajar a lugares remotos y vivir un tiempo en una comunidad originaria”, cuenta.