Viernes, 5 de junio del 2020

Medicina humana: la motivación es la mejor vacuna

Muchos jóvenes miran con interés a la Medicina. Esto es favorable en un país en el que hay mucho por hacer en cuanto a salud.

Medicina humana: la motivación es la mejor vacuna
Los profesionales pueden especializarse en distintos campos, por ejemplo, la biotecnología o biomedicina, ingeniería clínica y administración de la salud.

La vocación de ser médico en el Perú también puede ser un acto de rebeldía. La adversidad y el desafío tienen un aroma especial para los jóvenes, especialmente si se trata de querer cambiar las cosas. Y todo lo que ocurre en el contexto del COVID-19 es capaz el gran pretexto que muchos necesitaban para tomar la importante decisión de estudiar Medicina.

Pascual Chiarella, decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UPC, afirma que cuando uno se decide por una profesión muchas veces lo hace guiado por modelos. Situaciones indeseadas —como la que nos encontramos atravesando— pueden ser esos espejos. Por eso, “la importancia de una profesión que salva vidas y lucha contra un enemigo común para todo el mundo”, podría estar calando en la decisión de muchos jóvenes.

Esta opinión la comparte la doctora María Mercedes Saravia, directora dela carrera de Medicina Humana de USIL, quien enfatiza que el escenario actual “ha posicionado a los profesionales de la salud con gran valor social. Incluso, se les denomina ‘héroes’”. Esta percepción de la población puede motivar o reafirmar la vocación por la Medicina u otras carreras de la salud.

María Mercedes Saravia recalca que luego de mucho tiempo se reconoce y valora la salud y, por lo tanto, al personal que se dedica a esta actividad. “Es bueno que se dimensione el esfuerzo, dedicación y años de estudio que implica las profesiones de la salud, y que son una profesión de ‘riesgo’, que tanto tiempo había sido ignorada o pasaba desapercibida. Con la pandemia del COVID-19 recién se reflexiona sobre el servicio y el cuidado del acto médico, pues no solo uno se puede infectar con el SARS CO-V-2, sino con muchos otros patógenos: hepatitis, TBC, SIDA, micosis, entre otros”.

¿Cómo podría el Estado aprovechar al máximo esta voluntad colectiva de los jóvenes? Especialmente en un país donde, como hemos visto, no hay el suficiente personal médico en las provincias. Para Chiarella, lo que ocurre con la salud no puede dejarse a criterio de la descentralización, pues es una responsabilidad del Estado. En su opinión, la mejor forma de llevar médicos a provincias es a través del estímulo, tal y como ocurre en otros países. “Construir nuevos hospitales y fortalecer a las universidades son otras sugerencias. Todo esto vinculado a los actuales esfuerzos por la mejora de la calidad de la educación médica como los realiza el Estado a través del MINEDU, SUNEDU o SINEACE, o la Asociación Peruana de Facultades de Medicina”.

La doctora María Mercedes Saravia añade que es importante que se realicen todos los esfuerzos para disminuir la brecha de especialistas en el Perú, ampliando las plazas de residentes para las diferentes especialidades, especialmente en provincias. “En el Perú se realizan muchos estudios para determinar las brechas o déficit de recursos, pero muy poco en invertir en cerrar dicha deficiencia y, ahora, frente a la pandemia, se pone de manifiesto”.

Es que, claro, en asuntos de salud falta mucho por hacer en el Perú. Felizmente, eso no desmotiva a los jóvenes. “Creo que los jóvenes son atrevidos en el buen sentido de la palabra, y no se desalentarán, sino creo que más serán los que se motiven. Esta enfermedad (COVID-19) nunca ocurrió, es inédita y esperemos que cuando nuevamente ocurra una amenaza similar estemos mejor preparados”, finaliza la directora de USIL.

ENFOQUE

Dr. Alfredo Allagua

Docente de la Universidad Científica del Sur


Ejercer la medicina en estas épocas es un desafío. No solo se deben vencer las carencias propias de un sistema olvidado, de la cultura de una población, sino el acudir a laborar sobreponiéndose al temor del contagio, al miedo de caer en batalla, mirando optimistamente el hoy, cuidando a los compañeros, porque sentimos hoy más que nunca, esa obligación de proteger a cada uno de los miembros del equipo de salud, porque sabemos lo valiosos que son para salvar vidas y lo indispensables que pueden ser en momentos críticos. Hoy más que nunca nos sentimos orgullosos de haber escogido esta carrera y, pese a las adversidades, nos sentimos felices de ser útiles arrancándole vida a la muerte. Esa es la razón de ser de un médico, sin los cuales no podría haber salud.

Además, hay un nuevo reto, el cómo formar a los nuevos médicos, lejos de campos clínicos, cambiando la mentalidad y forma de enseñar medicina, incorporando nuevas tecnologías, desplazando a los centros asistenciales por nuevas estrategias para adquirir los conocimientos que serán aplicables en la práctica clínica. Por suerte el estudiante de Medicina tiene características muy especiales que le permiten asimilar este tipo de aprendizaje, superando los retos y adquiriendo más conocimientos útiles a la práctica clínica, que los que se podrían desarrollar solamente en un campo clínico. Aún estamos adaptándonos a este nuevo modo de formar médicos, el futuro es auspicioso, porque si mejoras tú, mejora el mundo.

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