Viernes, 5 de junio del 2020

Carrera de Contabilidad: el futuro es ahora

La contabilidad se erige como una disciplina fundamental frente a los cambios que vive el país.

Carrera de Contabilidad: el futuro es ahora
Ciencias económicas y contables es la tercera carrera universitaria con más egresados con trabajo en el país, según la Encuesta Nacional de Egresados Universitarios y Universidades del INEI.

La pandemia provocada por el COVID-19 ha evidenciado problemas estructurales que es preciso resolver en este muy lento regreso a la normalidad. La buena noticia es que ya hemos empezado: el aislamiento social ha empujado a sectores como la salud y la educación hacia una digitalización largamente esperada y, aunque se trate de los primeros pasos, queda claro que nada volverá a ser como antes. La misma necesidad se impone frente a taras como la informalidad, que reúne al 70% de la fuerza laboral. En este nuevo escenario, los contadores tendrán un papel esencial.

“En la medida que la economía se vaya formalizando, también crecerá la demanda por los servicios de los contadores”, explica Yang Chang, docente de posgrado de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Piura.

¿Qué falta para dar el gran salto a la formalidad? Según Chang, es fundamental realizar una serie de reformas entre las que se encuentran urgencias como definir un solo régimen tributario (con escaladas diferenciadas de Impuesto a la Renta, de acuerdo al nivel de ventas), establecer a las facturas como el único documento contable y determinar que todos los documentos sean emitidos electrónicamente, entre otras medidas.

Conscientes de esta necesidad de formalización, algunas instituciones educativas tienen especial interés en fomentar desde sus aulas una cultura tributaria. Es el caso de la Universidad de Lima, cuyos alumnos de Contabilidad tienen la posibilidad de seguir el programa Núcleo de Apoyo Contable y Fiscal (NAF), una capacitación en conjunto con la SUNAT para realizar “una labor de orientación a la comunidad estudiantil, emprendedores, pequeños empresarios y público en general, en temas básicos de tributos y aduanas”, según explica Luis Felipe Noriega, director de la carrera de Contabilidad de dicha casa de estudios.

Ya lo hemos dicho: el mundo está cambiando. Y, con él, cambiamos todos. El profesional de hoy requiere habilidades blandas para acoplarse a nuevos contextos, y esto incluye a los contadores. “Ser flexible es la clave para enfrentar los desafíos”, apunta Noriega. Pero los cambios exceden a estas habilidades adaptativas, y exigen competencias en un campo específico: el tecnológico. Apuntando a este objetivo, las universidades han empezado a incluir a las nuevas tecnologías en la formación de los contadores.

En mallas curriculares como la de la Universidad Científica del Sur (UCSUR), por ejemplo, puede encontrarse materias como Tecnología de la Información para la Empresa, Sistemas de Información y Nuevas Tecnologías, Business Intelligence y Big Data. En palabras de César Ordóñez, director de la Facultad de Ciencias Empresariales y de la carrera de Contabilidad Corporativa en UCSUR, lo que se busca es preparar “al estudiante para convertirse en un contador de la era digital”. Y tiene sentido que así sea, pues hacia allí vamos.

Mientras los índices de penetración de internet crecen velozmente (en 2019 el INEI reportó que, en solo dos años, un 10% más de peruanos utilizaba internet), recientemente el Ejecutivo ha publicado dos decretos de urgencia que fomentan la digitalización del país mediante la creación del Sistema Nacional de Transformación Digital y del Marco de Confianza Digital. Dicen que las crisis son oportunidades de cambio, podríamos estar ante el mejor ejemplo.

ENFOQUE

Carlos Villa

Director de CPEL de USIL


Entramos al umbral del cambio de época. Hoy las circunstancias nos obligan a repensar todos los aspectos de nuestra vida, incluyendo el laboral y profesional. La realidad nos plantea la necesidad de reinventarnos en diferentes profesiones, y los contadores no somos la excepción.

En el mundo empresarial, la profesión contable ha sido una de las actividades más impactadas por el progreso humano. Desde que, en 1489, el fraile y matemático italiano Luca Pacioli formalizó y estableció el concepto de “partida doble”, esta profesión ha debido replantearse para hacer frente a muchos cambios y cumplir así con su función primordial: brindar información oportuna y confiable para la toma de decisiones.

Los contadores nos hemos visto obligados a reformular principios y fundamentos teóricos. Y es que el conocimiento y los intangibles, como la reputación de las empresas, cobran cada vez mayor importancia, así como la globalización, que exige manejar información de unidades de negocio ubicadas en diferentes mercados y contextos empresariales. Hoy necesitamos contadores con formación integral, especializados en gestión empresarial, con dominio del inglés y habilidades gerenciales.

Además, en esta cuarta revolución, en la que también estamos inmersos los contadores, debemos familiarizarnos con la tecnología y las ciencias de la computación, con herramientas y procesos que nos ayudan a analizar e interpretar grandes cantidades de información —como el ‘data mining’, que nos permite determinar ciertos patrones en una vasta colección de datos financieros—, o la inteligencia artificial, que, aplicada a la información financiera, ayuda a revisar y calificar millones de transacciones contables en un corto espacio de tiempo.

En esta y el resto de las profesiones, tengamos siempre presentes las palabras de Charles Darwin: “En la lucha por la supervivencia, gana el que logra adaptarse mejor a su entorno”. Es tiempo de potenciar el talento.

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