Lunes, 7 de noviembre del 2016 TESTIMONIOS

¿Cómo educar a personas adultas?

Cuatro catedráticos nos comparten sus vivencias y reconocen la exigencia de innovar constantemente.

¿Cómo educar a personas adultas?
25.000 adultos, aproximadamente, han decidido ingresar a la universidad después de haber sido parte del mundo laboral.

Enseñar a personas adultas es un gran desafío para un docente. Descubre las experiencias dentro del salón de clases desde el punto de vista de cuatro catedráticos, quienes reconocen que gracias a sus alumnos aprenden e innovan constantemente.

CARLOS MARTÍNEZ DEL RÍO – Docente de Finanzas en Carreras para Gente que Trabaja de la Universidad Tecnológica del Perú (UTP)

“Ser docente de Carreras para Gente que Trabaja (CGT) de la UTP es realmente retador. Cada clase u actividad debe estar destinada a romper paradigmas y enseñarles a los estudiantes a desaprender ideas preconcebidas para empezar a aprender nuevas formas o metodologías para el desarrollo de su trabajo. Por ello, las clases presenciales tienen un fuerte componente de prácticas, didácticas y desarrollo de casos reales, así como anécdotas que desde mi experiencia como docente, empresario y asesor de empresas les pueda transmitir. Además, me ha permitido dominar más recursos virtuales para el desarrollo de mis clases, en beneficio del estudiante.

A través del aula virtual, he podido realizar videoconferencias desde otras ciudades y países, y los estudiantes que durante la semana también tienen que viajar por trabajo se conectan desde donde estén. Tengo la oportunidad de desarrollar videos sobre mis cursos y eso me ayuda mucho para el desarrollo de los mismos. Todos los primeros días de clase, inicio felicitando a los estudiantes por haber tomado la decisión de profesionalizarse. Es muy loable. Yo perdí a mi padre muy joven y tuve que trabajar y estudiar desde los 18 años, una edad en la que todavía puedes exigirle más a tu cuerpo y, aun así, es difícil. Por ello, guardo mucho respeto por los estudiantes de CGT, que en su mayoría están entre los 28 a 45 años ya que, pese a su mayor carga laboral y responsabilidad familiar, aprovechan al máximo su tiempo y a través de este método semipresencial pueden lograr su meta de convertirse en profesionales.

Si bien uno de los objetivos es obtener el título profesional, yo siempre animo a mis estudiantes a no solo venir por una nota, sino que vengan dispuestos a ser un profesional integral, de forma y fondo”.

SANDRA PERONA – Docente de la carrera de Ingeniería de Sistemas de EPE de la UPC

“El éxito de los estudiantes adultos se inicia en el momento en que deciden crecer como profesionales y como personas. Es un constante escalar posiciones, una superación diaria, persistente, un abrir puertas hacia proyectos nuevos, con cimientos en una formación de primer nivel para afrontar retos con seguridad, experiencia y conocimiento, innovando con decisión y energía.

Ser un estudiante adulto trabajador implica un tiempo de esfuerzo, de persistencia, de trabajo, de estudio y concentración, es un trayecto intenso y gratificante. El estudiante debe organizarse para cumplir con sus responsabilidades educativas, profesionales y familiares. Cómo olvidar las clases y talleres compartidos horas, los trabajos y debates en el aula, hasta llegar finalmente a realizar la tesis.

Como ingeniera de sistemas, puedo decir que en esta profesión, donde todo cambia cada día, es muy importante mantenerse actualizado y aprovechar todas las nuevas metodologías y mejores prácticas. El programa EPE de la UPC ofrece una metodología de enseñanza de calidad que se ajusta a las necesidades del estudiante adulto y ejecutivos, pues los docentes somos preparados y certificados en andragogía (educación para adultos) y en educación en línea, tan necesaria en nuestros tiempos. Se busca un conocimiento práctico que pueda aprovecharse en el desempeño diario.

Como docente de este programa, tengo la plena seguridad que formamos a los profesionales líderes e innovadores que las empresas requieren, pero sobre todo formamos personas. Sin lugar a dudas que al concluir el programa, todos los estudiantes son mejores profesionales, gracias a la calidad y exigencia de la educación que brinda UPC”.

EDUARDO MANTILLA – Director de la Dirección de Profesionalización de Adultos (DPA) de la Universidad ESAN

“El rol de un docente no es nada fácil. Podría pensarse que preparar una clase con la información disponible, combinando esto a la experiencia del docente, es suficiente para ponerse al frente de un grupo de estudiantes. Sin embargo, el docente no solo se enfrenta a dichas actividades, sino que debe tomar un rol muy importante en el desarrollo de la clase: y es el rol de facilitador. Más que transmitir conocimientos, el docente debe ayudar a la comprensión de los mismos, potenciando la capacidad de análisis de los estudiantes. Esto implica escuchar las diferentes opiniones de los estudiantes, sus evaluaciones respecto de los casos o problemas que se estudien en un determinado curso y orientarlos hacia el pensamiento crítico.

Esta tarea implica realizar un trabajo muy importante durante el desarrollo de la clase y también una preparación previa de los estudiantes, asignándoles algunos temas o lecturas previas para poder generar una discusión en las aulas. Es decir, hacerlos partícipes del proceso de aprendizaje. En mi experiencia como docente, he podido conocer las ventajas de desarrollar las clases de esta manera y esta actividad se enriquece mucho más cuando los estudiantes cuentan con experiencia laboral previa, como es el caso del Programa de la Dirección de Profesionalización de Adultos (DPA) de la Universidad ESAN, donde se aprovecha la experiencia de cada una de las personas para escuchar sus aportes y puntos de vista en el ámbito laboral en el que se desarrollan”.

JOSÉ AMIEL SÁENZ – Docente del programa de Carreras Universitarias para Personas que Trabajan (CPE) de la Universidad Científica del Sur

“Ser docente en la Universidad Científica y específicamente para alumnos que tienen una experiencia laboral es un reto muy grato que da sentido y objetivo a mi quehacer. Con ellos siempre tienes que estar innovando, atento al rápido cambio tecnológico, verificando que los contenidos sean apropiados desde la perspectiva de cada una de sus experiencias, por un lado, tienes a un Jefe de Sistemas que trabaja para una empresa constructora, una Jefa de Soporte que trabaja en un banco y a su costado a un Jefe de Procesos y Sistemas de un Hospital, con clientes, rubros y casuísticas totalmente distintas y enriquecedoras.

Disfruto con cada una de sus preguntas y sus problemas, los que ponemos en clase como caso de estudio donde todos aprendemos. Realmente las sesiones de clase se convierten en ese espacio colaborativo donde la teoría, la práctica y la experiencia generan soluciones tecnológicas; que muchas veces se implementan con éxito. El orgullo y satisfacción vienen cuando tus alumnos te confirman que el producto que se llevó de la clase no solo se implementó y funcionó sino que su Jefe le ha pedido que continúe innovando.

Una persona que bordea los 35 a 40 años maneja sus tiempos y maneja los conceptos abstractos muy bien, además coordina siempre de la mejor manera para sacarle el jugo al tiempo. Sin embargo, en clase tenemos también tiempo para celebrar cumpleaños, compartir experiencias personales y de esta manera crear lazos profesionales que perdurarán en el tiempo. Estoy atento al momento en que finalmente se graduarán. El alumno de estos programas tienen mucho potencial y la capacidad para sorprenderte gratamente”.

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