Lunes, 8 de octubre del 2018
Nuevos proyectos para modernizar la armada peruana
Con planificación estratégica y un paciente seguimiento a sus proyectos, la Marina de Guerra mejora sus capacidades.
Ocurrido el fenómeno de El Niño del 2017, unos raros vehículos llegaron a las zonas afectadas de Chosica, junto a infantes de marina armados con herramientas para rescatar a los atrapados por los huaicos. Eran los anfibios LAAV II, diseñados para combatir en caso de un conflicto, y también para llevar ayuda humanitaria usando su capacidad ‘todo terreno’.
De ese tipo polivalente son los equipos que en los últimos diez años han renovado el inventario naval, y que incluyen helicópteros antisubmarinos que también se usan en rescate, aviones exploradores que sirven para evacuar heridos, o buques de asalto capaces de llevar víveres y ayuda a los damnificados.
César Cruz Tantalean, director de la revista Perú Defensa & Seguridad, afirma que las Fuerzas Armadas arrastran mucho tiempo de desatención en la renovación de su material. “En los últimos años la Marina ha hecho progresos pero falta concretar programas más importantes”, indica.
El nivel tecnológico está asociado a la magnitud y constancia de la inversión. Y en eso estamos detrás de Chile, Brasil o Colombia, aunque la Marina ha sido muy inteligente a la hora de invertir logrando capacidades que otros alcanzaron con inversiones más costosas, agrega Cruz.
Importante es la participación de la industria nacional, como en las patrulleras de costa fabricadas en el SIMA que sirven para perseguir el narcotráfico, la pesca ilegal o la piratería; las nuevas cañoneras fluviales para cuidar el medio ambiente en el Amazonas; o el moderno buque logístico Pisco, del cual más adelante se escribe más sobre sus capacidades de apoyo en caso de desastres; o el velero Unión, el segundo más grande del mundo que forja las nuevas generaciones de marinos peruanos.
AGENDA PENDIENTE
Frente al logro de mejorar el equipamiento para el combatiente en el VRAEM, urge renovar las fragatas, con más de 35 años de servicios.
José Higueras, corresponsal del Jane’s Defence Weekly, se refiere al necesario reemplazo de dos de seis submarinos –los otros cuatro se modernizan en el SIMA- por modelos más avanzados. El analista destaca las ofertas de Alemania, Francia y Rusia.
Estos aspectos requieren de la mayor atención pues un error puede generar una tragedia. Llama a la reflexión lo ocurrido al submarino argentino ‘San Juan’, que después de una modernización tardía e incompleta se perdió hace casi un año en el Atlántico Sur. La defensa, sin duda, es un tema muy serio.