Testimonios que inspiran: historias de profesionales exitosos

Marianne Carassa Gálvez: “Conectar con otras personas es maravilloso”, Actriz

Detrás de un papel en el teatro hay años de trabajo y sacrificios. La preparación física y emocional es fundamental para lograr una puesta en escena exitosa.

Cuando estaba en el colegio ninguno de los cursos me gustaba. Sin embargo, cuando teníamos que leer o actuar en obras teatrales, sentía que disfrutaba lo que hacía. Ya en quinto de secundaria hice una obra teatral con toda mi promoción. La experiencia de tener a un público presente, del cual puedes sentir la energía y ver cómo recibe la obra, es algo inolvidable. A partir de ese momento decidí perseguir esa sensación.

Ya en la universidad, uno de los mayores aprendizajes fue que se necesita de las otras personas para crecer. Como actriz me entrego 100% al compañero de escena y espero que él haga lo mismo. Eso provoca que el público también se conecte. Hay bastante energía compartida en el teatro.

Esta carrera es muy demandante. Si un joven desea seguirla, debe tomar en cuenta que el desgaste será tanto físico como emocional. Uno tiene que estar dispuesto a mostrarse de manera muy transparente al momento de actuar. Eso no es sencillo.

Además, debe saber que es una carrera muy larga. Se necesita estar en constante entrenamiento. Uno mismo es su propio instrumento de creación. Por eso, es importante resaltar lo fundamental que es tener un acompañamiento psicológico.

También hay que tener estrategias para el crecimiento de la carrera, ser inteligente para escoger los proyectos y ver la manera de seguir evolucionando. A diferencia de otras carreras, esta es muy inestable respecto a los trabajos, porque hay muy pocos que sean fijos. Se necesita programar los siguientes proyectos con anticipación. Muchas veces surgen oportunidades de un momento a otro y uno debe reorganizar sus horarios.

Hoy, lo que más valoro es la capacidad de impactar, al menos por un segundo, en la vida de alguien más. Ya sea dejarle una reflexión o sensibilizar a la persona. Eso es lo más preciado que puede haber en el arte, generar un vínculo, incluso si es por solo un momento. En el arte, sobre todo en el teatro, uno comparte su alma con la persona que ve la obra. Y lo maravilloso es cuando esa persona comparte su alma de vuelta”.

Javier Salinas: “Hay que ser audaces”, Economista y experto en incubación de empresas

Detrás de muchos emprendedores peruanos está el profesional que asesora o brinda el consejo exacto para conseguir el éxito del negocio.

Los emprendedores llevan propuestas interesantes al mercado. Y a mí siempre me motivó observar los nuevos negocios, las nuevas ideas. No solo fue un tema de curiosidad, sino de vocación. Encuentro maravilloso ser un promotor de los sueños cumplidos de la gente.

Recuerdo que en la universidad nos decían que nosotros seríamos agentes de cambio, entendido esto como promotores del desarrollo, de la inclusión, de un mejor país. ¿Y cómo lo podemos hacer posible? Pues observando qué pasa en la región, qué ocurre en nuestro país. Recordemos, por ejemplo, que innovar es mejorar un proceso, un producto. Pero innovar también es adoptar alguna iniciativa que ocurre en otro país y que podemos tropicalizar.

Yo empecé a practicar desde el primer año en una empresa que vendía artefactos para el hogar y la oficina. Allí me encargaba de hacer inventarios. Me resultó interesante, porque empecé a mirar cómo funcionan los negocios. Y había frases como: “Oye, pero esto se puede mejorar o esto se puede hacer de esta otra manera…”. Es decir, había un móvil para mirar y proponer. La clave no está solo en pensarlo, sino en proponerlo a las personas con las que trabajamos. Eso fue una constante en mi desarrollo profesional.

✓ RETAR EL MERCADO

Creo que la disciplina, la creatividad y pensar fuera de la caja son aspectos muy importantes en ese sentido. Pero añadiría arrojo, capacidad de atrevernos, ser un poco más audaces, retar al mercado y proponer sin temor a que algo salga mal o estemos errados. Claro, siempre atentos a las consecuencias. Pero, en términos de propuestas, tenemos que ser atrevidos.

Finalmente, debo decir que trabajar en un centro de emprendimiento e innovación como el de la Universidad del Pacífico, que te brinda todas las herramientas y los espacios, es muy satisfactorio. En lo personal, esta especialidad me ha otorgado muchas recompensas. La satisfacción supera el trabajo en sí. Hacemos lo que nos gusta. Y así uno siente que deja de trabajar y desarrolla lo que, en esencia, te hace feliz en la vida.