Martes, 19 de octubre del 2021

La clave es tu estilo de vida

El sobrepeso y el sedentarismo son la causa de muchas enfermedades crónicas, incluido el cáncer de mama.

La clave es tu estilo de vida
Aquí aprenderás qué alimentos te conviene consumir y cuáles no, así como la manera ideal de hacer ejercicios para controlar tu peso y prevenir una neoplasia.

El sobrepeso no es solo un tema de estética. Puede hacer que tus posibilidades de tener un cáncer se incrementen considerablemente. Una de las principales razones es que el exceso de peso lleva al cuerpo a producir y hacer circular más estrógenos e insulina, hormonas que se asocian con un crecimiento del tumor.

La Sociedad Americana Contra el Cáncer estima que el 18% de los casos de cáncer y el 16% de las muertes por cáncer se pueden vincular con las siguientes malas prácticas: una mala alimentación, beber alcohol en exceso, no hacer ejercicio y tener sobrepeso.

Pero ¿cómo influye el sobrepeso? Como explica Ingrid Pérez, nutricionista oncóloga de Oncosalud- Auna, el exceso de grasa en el cuerpo “favorece un estado inflamatorio permanente, que contribuye al desarrollo de enfermedades crónicas, dentro de ellas, el cáncer.

Asimismo, el sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo para desarrollar cáncer de mama porque la grasa actúa como productor de estrógenos, los cuales estimulan el crecimiento de las glándulas mamarias”. Y subimos peso, principalmente, por dos razones: por sedentarios y por comer demasiada comida chatarra, ultra procesada, con mucha azúcar, sal y grasas saturadas.


MÁS EDAD, MAYOR PELIGRO

“El riesgo aumenta en la posmenopausia, por ello, llegar a esta etapa de vida con sobrepeso u obesidad aumenta el riesgo de padecer cáncer de mama entre 30% y 40%”, advierte la nutricionista.

Entonces, el objetivo número uno debe ser bajar de peso. En segundo lugar, priorizar el consumo de alimentos que ayudan a prevenir el cáncer en general (no solo el de mama). Los primeros en la lista son las frutas y las verduras, las cuales deben consumirse a diario.

“Son fuentes de antioxidantes que nos protegen contra esta enfermedad. Asimismo, es necesario disminuir el consumo de carnes rojas y procesadas, como los embutidos, los alimentos ahumados, enlatados o muy salados, porque contienen sustancias que podrían desencadenar en cáncer, sobre todo los del tipo gastrointestinal”, advierte el doctor Mauricio León, jefe de la Unidad de Mastología de la Clínica Ricardo Palma y director de la Liga Contra el Cáncer. También es importante evitar las gaseosas y optar por el agua pura.

Dejar de lado, asimismo, las frituras.Puedes reemplazar las por alimentos cocidos a la olla o en el horno. En cuanto a las bebidas caseras, estas deben contener poca azúcar (o nada) y reducir al mínimo los productos de pastelería fina.

León añade que conviene tomar ocho vasos de agua al día, ya que el agua desintoxica, hidrata, da sensación de llenura y permite que los órganos funcionen mejor, sobre todo los riñones.


EL MITO DE LA LECHE

Mucho se comenta que la leche predispone a tener cáncer de mama. Sin embargo, “los estudios revelan que el riesgo de cáncer se incrementa con el consumo de leche siempre que esta sea entera (que conserve su contenido de grasa) y, además, supere las tres porciones diarias”, detalla Pérez.

Por tanto, es mejor consumir leche light o descremada. Pero más importante aún es que en la dieta estén presentes, de manera equilibrada, todos los grupos de alimentos (cereales, verduras, frutas, lácteos, carnes, azúcares, grasas).

“Deben incluirse alimentos ricos en fibra, antioxidantes y vitaminas. Sin olvidar que las frutas y verduras deben consumirse a diario y preferentemente en su estado natural. Asimismo, debe evitarse el exceso de productos ultraprocesados, excesos de aditivos y grasas saturadas dentro de las cuales se encuentra la fracción grasa de la leche y lácteos enteros en general”, puntualiza la experta de Oncosalud-Auna.





ACTIVIDAD FÍSICA

El ejercicio es también una pieza clave en la prevención del cáncer. “En general, más del 30% de los cánceres se pueden prevenir mediante estilos de vida saludables, con ejercicio aeróbico como la natación o el atletismo, además de una dieta equilibrada y evitando el tabaco y el alcohol”, advierte el doctor Mauricio León.

Lo ideal, sostiene el médico, es practicar actividad física durante media hora cada día. No hace falta realizar un deporte intenso que te deje sin aliento. Puedes simplemente caminar, trotar, bailar, nadar, etc.

El ejercicio mejora los niveles hormonales y el funcionamiento del sistema inmunitario. El deporte, practicado regularmente, provoca una disminución en los niveles de estrógenos, los cuales se relacionan con ciertos tipos de cáncer de mama, ovario, colon e inclusive de próstata en varones.

La actividad física previene el cáncer debido a que nos ayuda a disminuir nuestro porcentaje de grasa corporal, además, libera hormonas que combaten el estrés oxidativo y reducen los estados inflamatorios prolongados. Lo ideal es mantener un peso saludable, realizar ejercicios regularmente y comer sano.

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