La pandemia ha planteado nuevos desafíos en la atención de los pacientes oncológicos que necesitan de terapias especializadas.
La COVID-19 fue especialmente dura con las personas aquejadas por enfermedades oncológicas, quienes, debido a los riesgos de contagio con el virus, tuvieron que postergar sus tratamientos de quimio y radioterapia.
La doctora Silvia Falcón, oncóloga del Centro Oncológico Aliada, explica que la mayoría de centros que brindan estos tratamientos cerraron, mientras que los hospitales se dedicaron a tratar pacientes con COVID-19, por lo que los pacientes con cáncer no podían seguir recibiendo sus tratamientos oncológicos.
“Los pacientes que tenían que hacer sus chequeos de prevención y detección temprana tampoco lo han hecho, porque todo estaba cerrado. La consecuencia es que ahora están llegando pacientes con los cánceres muy avanzados”, explica. Respecto al cáncer de mama, Aliada tenía un 10% de pacientes con casos avanzados, pero ahora se registra hasta el 40% de pacientes que llegan con tumores grandes.
✓ NUEVAS SOLUCIONES
En respuesta a esta creciente necesidad, el sector privado ha dado un paso importante implementando el servicio de teleconsultas para que los pacientes no tengan que acudir en forma presencial.
Sin embargo, no todos pueden aprovechar este sistema. Por ahora solo se prioriza a aquellos pacientes con cáncer que se hallan en proceso de llevar sus controles médicos.
Por otro lado, los pacientes nuevos o los que requieren de tratamientos más complejos, como las quimioterapias, tienen necesariamente que acudir al establecimiento de salud de manera presencial, pues no todo se puede realizar a través de la teleconsulta.
Otro punto importante para que los pacientes no se contagien es tener un buen sistema de triaje, para que a cada paciente que llega se le haga las pruebas de detección correspondientes.
Por ejemplo, se dispone de oxímetros, de medición de la temperatura corporal para verificar si la persona se mantiene en los niveles adecuados; también se revisa la historia clínica, y se llena un formulario cuyos datos tienen una vigencia de siete días. Ningún paciente que tenga síntomas probables de resfrío puede ingresar a la clínica.
✓ ESTRATEGIAS EN MARCHA
El médico Enrique Loo, cirujano oncólogo de clínica La Luz y vocero de la campaña “Terapia de Pareja”, afirma que las atenciones se vienen normalizando debido al esfuerzo de reabrir el sistema de consultas y tratamientos.
“Al principio de la segunda ola, cuando se desconocían muchos factores de esta enfermedad, los protocolos de bioseguridad no estaban muy organizados, y las consecuencias fueron graves”, explica.
Después, cuando se comenzaron a abrir más actividades, las demandas crecieron y las citas se volvieron más extendidas. Actualmente, entre las principales estrategias, figura la de evitar la aglomeración para procurar el menor contacto posible.
Respecto a otras estrategias, se recomienda a la paciente que tiene síntomas de resfrío no acudir a la consulta presencial y preferir la teleconsulta. También se aconseja esperar turno manteniendo la distancia de dos metros entre las personas, llegar a la atención con puntualidad, cumplir con la señalización y respetar el orden para generar un claro flujo de ingreso y de salida.
En cuanto al propio personal médico, se les viene capacitando en manejo de pacientes en tiempos de COVID-19 y se lleva a cabo una supervisión sobre el uso adecuado de los trajes y equipos de bioseguridad. Sean virtuales o físicos, es importante que el paciente no pierda la cita y que consulte a su médico sobre cuál es la mejor fecha para vacunarse.
▶ CLAVE
En el blog de Oncosalud, el doctor Manuel Villarán explica que, “durante la quimioterapia, hay momentos en el ciclo de tratamiento en los que aumenta el riesgo de infección por coronavirus”. Por ese motivo, la principal recomendación para un paciente oncológico es que tenga el menor contacto posible con familiares.