Viernes, 3 de febrero del 2017 TESTIMONIOS

Guerreros que ganaron la batalla contra el cáncer

El cáncer no fue un obstáculo para estos cuatro guerreros. Con mucho orgullo, nos cuentan cómo ganaron la batalla.

Guerreros que ganaron la batalla contra el cáncer
El 95% de casos de cáncer, detectados a tiempo, tienen cura.

Cada hora, cinco peruanos se enteran que tienen cáncer, según la Liga Contra el Cáncer y del Ministerio de Salud (Minsa). Sin embargo, Karla Olórtegui, Dante Castamán, Yvone Pardo y Roxana Arbe son personas que lograron detectar este mal a tiempo. Hoy nos cuentan sus valiosos testimonios. Ellos lo vencieron, tú también puedes.

DANTE CASTAMÁN LARA – Taxista

“Tengo 73 años. Hace aproximadamente tres años, mis hijas notaron un lunar extraño detrás de una de mis orejas.

Ante esta situación acudí a la Liga Contra el Cáncer. El resultado arrojó que tenía un melanoma, que se desarrolló como consecuencia de la sobreexposición a los rayos ultravioleta.

En enero del 2014 me operaron y extrajeron la mitad de mi oreja. La buena noticia fue que, al parecer, el cáncer había desaparecido, pero a los seis meses me salieron nuevas manchas y el 2015 me extrajeron los ganglios. También me sometí a 25 sesiones de quimioterapias y radioterapias que terminaron de eliminar el mal, porque a la fecha no he presentado síntomas ni evidencias de un nuevo brote.

Este mal hizo que viviera los peores momentos de mi vida, pero hoy puedo decir con orgullo que derroté al cáncer y puedo disfrutar de mi familia”.

IVONE PARDO – Madre de familia

“En octubre del año 2008 identifiqué un bultito inusual en uno de mis senos. El diagnóstico fue cáncer de mama.

Escuchar esas palabras fue muy duro. Recordé a mi papá que falleció de cáncer de próstata y mi abuelita que no pudo derrotar a un cáncer de páncreas. Sin embargo, pensé también en mis dos hijas y lo mucho que teníamos que vivir juntas, eso me dio valentía, fuerza y determinación para combatir la enfermedad.

Al iniciar el tratamiento, el médico me dio otra mala noticia: el camino para sanar incluía una mastectomía y fuertes dosis de quimioterapia. Pensé que ya no podía seguir viviendo con mi familia.

El cáncer es duro, pero se le puede derrotar y con más probabilidades si la detección es temprana y gracias a eso puedo contar esta experiencia. Siento que tengo una segunda oportunidad para vivir.

ROXANA ARBE – Couch y terapeuta

“Todos los años me sometía a chequeos de rutina. En uno de estos se dieron cuenta que había una anomalía.

Tras nuevos exámenes me diagnosticaron cáncer de mama. Si alguien me pregunta cómo vi al cáncer le diría que fue un taburete, sí, era alto, pero yo saltaría más alto. Afortunadamente, contaba con un programa de Oncosalud, por lo que tuve un apoyo especializado que me permitió enfocarme en mi vida con tranquilidad, más allá del cáncer.

Siempre supe que quería estar bien y hacía cosas que disfrutaba y que transmitían todo mi positivismo a mi familia y amigos. La quimioterapia fue difícil pero me mentalicé con que esa sustancia que ingresaba a mi cuerpo me sanaría, y no pensaba en los efectos secundarios. Considero que enfrentar el proceso de esta forma me ayudo a sanar. Aprendí a vivir el día a día y no angustiarnos por el que puede pasar. Ahora disfruto cada segundo de mi vida y soy muy feliz.

KARLA OLÓRTEGUI – Especialista en márketing

“Cuando me dieron la noticia que la biopsia salió positiva, pensé realmente que me moriría.El médico me explicó que tendrían que operarme en el plazo más breve posible y luego iniciaríamos con las quimios y la radioterapias.

Yo tenía seguro especializado y mi EPS cubría un pequeño porcentaje de tratamiento, por lo que mis padres hicieron un gran esfuerzo por ayudarme.

La operación fue muy dura: todo el cuerpo me dolía y me sentía débil, pero nada fue tan difícil para mí como las quimioterapias, porque sabía que perdería mi cabello.

Mandé hacer mis pelucas y decidí que la enfermedad no sería razón para que no hiciera una vida normal dentro de lo posible.

Hace cinco meses la buena noticia de que no hay rastro del cáncer que me afectó. Hoy aprecio más que nunca la vida y les digo a los jóvenes como yo que nunca dejen de hacerse sus chequeos, porque el cáncer ataca a cualquier persona y no distingue edades”.

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