Jueves, 8 de octubre del 2020

Almirante Fernando Raúl Cerdán Ruiz

El Comandante General de la Marina de Guerra del Perú comparte la visión de la institución naval frente a los desafíos de hoy.

Almirante Fernando Raúl Cerdán Ruiz
Almirante Fernando Raúl Cerdán Ruiz.

¿De qué manera la Marina de Guerra se organizó para hacerle frente a la COVID-19?

La capacidad de organización, planificación, versatilidad y especialidad de la Marina nos permitió organizar un grupo de manejo de crisis y otro de prospectiva para ver qué pasaba en otros países y adelantarnos a lo que se venía. Organizamos un puesto de comando institucional. Obtuvimos un software de control en tiempo real de nuestras patrullas y la logística a nivel nacional. Implementamos un colegio como centro de aislamiento para 800 personas, donde el personal infectado puede estar aislado, evitando contaminar a su familia. Tenemos unas bases modulares para desastres naturales que implementamos como hospital COVID: uno en el Hospital Naval y otro en el norte, que aportó mayor capacidad hospitalaria. Compramos un tanque de oxígeno para duplicar nuestra capacidad y nunca nos faltó este elemento; también cuatro cápsulas para evacuación aeromédica de presión negativa, que evita el contagio de las tripulaciones aéreas, y desarrollamos un ventilador mecánico, el Samay, proyecto al que se unió el Ministerio de Salud, la empresa privada y la Marina. Nuestro personal es monitoreado a través de una aplicación en su teléfono móvil. Tuvimos bajas entre el personal en actividad, en retiro y sus familiares, que es lo más doloroso. Pero es parte de la guerra.

Los tiempos difíciles afectan la renovación de los medios navales. ¿qué planes deben cumplirse para mantener las capacidades de la armada?

Luego de un minucioso estudio de reemplazo de unidades navales, hoy nos encontramos construyendo el segundo buque multipropósito en el Callao, las patrulleras de interdicción marítima en Chimbote y las Plataformas Itinerantes de Acción Social (PIAS) en Iquitos. Es una estrategia de descentralización de proyectos que beneficia a la población, garantiza el crecimiento de nuestra economía y aumenta el conocimiento del personal en nuevas tecnologías navales. Las capacidades operativas deben incrementarse ante las nuevas amenazas y el cambio constante de la tecnología. Eso ha hecho que iniciemos la modernización de las unidades submarinas en alianza con el constructor alemán. La modernización de las fragatas misileras BAP Aguirre y BAP Bolognesi permitirá tener una adecuada capacidad en el corto plazo. Dichas unidades deberán ser reemplazadas en el mediano plazo por el tipo multirol, sumado a la adquisición de helicópteros multimisión marítimos ligeros SeaSprite SH-2G. Todo esto nos garantizará la capacidad de realizar operaciones navales contra amenazas convencionales y asimétricas, en concordancia con el mandato constitucional.

Las flotas pesqueras extranjeras en aguas contiguas a la zona económica exclusiva (zee) peruana plantean un reto. ¿qué medidas ha tomado la marina para enfrentarlo?

La Marina de Guerra, por medio de la Dirección General de Capitanías y Guardacostas, es responsable de las operaciones de vigilancia, control y monitoreo del dominio marítimo nacional. Cuenta con patrulleras marítimas clase Río Pativilca, desplegadas en misión de patrullaje hasta las 200 millas marinas, así como con aviones de exploración tipo B-200 y Fokker 60. Ello además de la disponibilidad de unidades de superficie y submarinas. Se debe enfatizar la importancia del empleo del medio electrónico para el control y monitoreo de las embarcaciones pesqueras que se encuentran dentro y fuera de nuestro mar.


¿Cómo marcha el plan de incorporar buques patrulleros de altura que complementen las patrulleras costeras y permitan una presencia más prolongada en el límite del dominio marítimo?

La Dirección General de Capitanías y Guardacostas carece de unidades capaces de efectuar operaciones en altamar hasta la milla 3.000, donde el Perú tiene la responsabilidad como área de búsqueda y rescate (SAR). Habiéndose identificado el problema, se formuló el proyecto de inversión “Ampliación del Servicio de Operaciones Guardacostas de Superficie en el Dominio Marítimo y Área de Responsabilidad de la Dirección de Capitanías y Guardacostas”, para la construcción de cuatro patrulleras oceánicas, que contribuirían a cerrar la brecha existente. El proyecto está a la espera de presupuesto para dar inicio al proceso de construcción, que se realizará íntegramente en el SIMA Perú, generando empleo y contribuyendo al desarrollo de la industria nacional.

El año pasado se anunció la incorporación de nuevos buques logísticos. ¿Cómo ha progresado el tema?

En el 2014 se incorporó el BAP Tacna, buque de reaprovisionamiento logístico adquirido al Reino de los Países Bajos, que cuenta con capacidad de transporte de combustible, víveres y carga general; generación y embolsado de agua potable, operaciones con helicóptero, así como servicios médicos básicos a bordo. La unidad ha participado en acciones de respuesta a emergencias, como la ayuda humanitaria al Ecuador tras el terremoto de 2016, y en el último Fenómeno de El Niño Costero. También, brindando agua potable a la población, como parte de las medidas frente a la pandemia. En ese marco, se contempla construir cuatro unidades logísticas auxiliares con capacidad de varado para el traslado de ayuda humanitaria en áreas de difícil acceso en el litoral. Este proyecto de inversión está aprobado y espera su financiamiento. Asimismo, la Marina y el SIMA Perú están desarrollando un diseño propio acorde a nuestras necesidades de la misión antes indicada. Esta construcción, en el astillero del SIMA en Chimbote, contaría con la participación de empresas nacionales en el marco de la reactivación económica.


¿Se ha avanzado en renovar las fragatas, submarinos y otros sistemas para atender los compromisos de defensa nacional, hemisféricos y de mantenimiento de la paz?

La renovación de las unidades de superficie, que son las fragatas y corbetas, responde a un plan: la repotenciación de lo que tenemos en servicio; luego, la incorporación de unidades de segundo uso durante la fase de transición; y finalmente, unidades nuevas producidas en nuestro país. Al respecto, se han hecho importantes mejoras en las unidades en servicio, priorizando a las que tienen mayor proyección de años de servicio. Como fase de transición, en el 2015 se incorporó el BAP Ferré, una corbeta de la República de Corea que, sumada a otra de similares características a incorporarse en el 2021, contribuyen a las capacidades en operaciones antisuperficie, antiaérea, antisubmarino y de apoyo a la autoridad marítima. Se viene explorando la posibilidad de transferir dos fragatas misileras clase “Maestrale” de Italia, con mayor alcance de sensores y armas. Y a partir del 2026 se prevé incorporar seis buques multirol, proyecto hoy en fase de concepción y estudio de opciones, a ser enteramente construidos en el Perú. También se evalúa la posibilidad de transferir submarinos de segundo uso de armadas extranjeras. Hace cinco años se inició la modernización de cuatro submarinos propios con el reemplazo de los equipos y sistemas por tecnología actual. A la fecha, concluyen los trabajos en la primera unidad y se inician en la segunda.

A pocos meses del bicentenario de la independencia, ¿cómo se prepara la Marina de Guerra para seguir cumpliendo con su misión de proteger los intereses del país?

La Marina de Guerra del Perú llega al bicentenario con variadas alternativas de modernización, reemplazo y renovación de sus unidades, con gran experiencia institucional en acción social, acción cívica y gestión de riesgo de desastres; alta capacidad de resiliencia y adaptación al cambio demostrada durante la pandemia por la COVID-19, teniendo como base fundamental su bien más preciado: su recurso humano, altamente capacitado y entrenado. Esta es una institución armada de sólidos valores, que cuenta con legitimidad ganada en sus casi 200 años de vida institucional.


PERFIL PROFESIONAL

Especialidad: Calificado en Submarinos y en Armas Submarinas.

Formación: Maestría en Administración de Negocios MBA y maestría en Dirección de Personas, curso de Alto Mando en la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos de Chile, Programa Avanzado de Administración de Empresas en la Universidad ESAN, Programa de Alta Dirección en Centrum PUCP y Programa de Alta Dirección de la Escuela de Dirección de la Universidad de Piura.

Trayectoria: Fue segundo comandante del submarino BAP Antofagasta y comandante del submarino BAP Islay, jefe del Servicio Industrial de la Marina Electrónica, agregado Naval en Chile, Comandante de la Fuerza de Submarinos, Inspector General, y Comandante General de Operaciones del Pacífico.

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