Repasa las enseñanzas de algunos maestros y los retos para quienes se inician en el periodismo deportivo.
Juan Sedó González del Valle ocupa un lugar mítico en el periodismo deportivo debido a sus vibrantes narraciones de las olimpiadas de 1936 desde Berlín y su participación en la BBC de Londres para transmitir los primeros juegos olímpicos tras la segunda guerra mundial. Él utilizaba la radio de onda corta para sus transmisiones desde el mismo campo olímpico.
Y siguen los personajes. Por ejemplo, el profesor de la Universidad Jaime Bausate y Meza, Jorge Ramos de La Flor, evoca al galante Humberto Martínez Morosini, al innovador Alfonso ‘Pocho’ Rospigliosi y a Eduardo San Román apodado ‘La Catedral del Deporte’. “Todos estos maestros del periodismo deportivo sobresalían por su estilo único, por su verbo florido y por la gracia que tenían al hacer narraciones emocionantes”, cuenta.
Cesar Arias, subdirector de Innovación y Desarrollo de ISIL, subraya: “El periodismo deportivo tiene la particularidad de generar contenidos que incidan en la emoción de sus audiencias. Una nota, una crónica o una cobertura no sólo informan, también conectan con las personas”.
APRENDER CONSTANTE
Para Arias, el aprendizaje en el trabajo de campo es esencial en el periodismo deportivo. Por ello valora la experiencia de Miguel Portanova, periodista deportivo que ha cubierto 12 juegos olímpicos incluyendo Río 2016. Este es uno de esos oficios que no se termina de aprender nunca.
“En la redacción uno siempre aprende de los colegas con más experiencia. Es a partir del trabajo en equipo, pero aprendiendo de los mayores, que los periodistas deportivos vamos mejorando nuestras capacidades investigativas y desarrollando una redacción más pulida y con estilo”, comenta Raúl Tirado, periodista de Ecco Radio. A él le tocó aprender de periodistas como Bruno Espósito, Gabriel Mur y Manuel Obregón: “En el trabajo en la radio, con buenos maestros es que se va adquiriendo un mejor uso del lenguaje y ser más claro en lo que queremos comunicar”.