Cómo afrontar la orientación vocacional de hoy

Algunas décadas atrás, la tendencia a ver la orientación vocacional como una herramienta infalible para predestinar el futuro de los jóvenes era una idea casi determinista. Pero muchas cosas han cambiado, y en diversos planos. Las carreras se han diversificado y fusionado. Por ejemplo, la mecatrónica es el resultado de la combinación de varias ingenierías, mecánica y electrónica. Los enfoques multidisciplinarios y transdisciplinarios tienen un impacto positivo en diversos espacios laborales, pero para ser efectivos se requiere contar con conocimientos en diversas ramas del saber. En el campo de la psicología y la educación, el premio Príncipe de Asturias de las Ciencias Sociales, Howard Gardner (2011), con la teoría de las inteligencias múltiples, logró revolucionar la idea de que solo teníamos un par de inteligencias. No desacredita los test, pero enfatiza que esta diversidad marca las potencialidades de cada joven.

También hay que anotar que, muchas veces, detrás de los intereses vocacionales de los hijos está la preocupación para que elijan una carrera rentable. El márketing y el Internet juegan su partido aparte y los chicos terminan creyendo que la carrera de sus sueños está a la vuelta de la esquina. Su mente se concentra en el producto y no en los procesos. Sin embargo, la experiencia universitaria no es el campo virtual, es la realidad y es allí donde tomaran contacto con sus potencialidades. Dijo Winston Churchill que el éxito es la capacidad de ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo. Por lo tanto, aprender de nuestras experiencias o errores debe ser la regla y no la excepción. La vocación es el encuentro de tus capacidades y solo tú eres el límite.