Después de la fiesta llega el momento de la verdad: el cachimbo debe saber que el examen de ingreso es apenas el primer paso en un largo camino hacia el título profesional. Las ganas de seguir estudios superiores en una universidad y convertirse en un médico, ingeniero o técnico especializado puede quedarse en solo eso. A menos que el estudiante persevere y se enfrente a los desafíos que se pueden presentar en los años de estudios y no dejar la carrera a mitad de ciclo.
1. Factor económico
Según el profesor José Miguel Marchena, gerente de innovación y desarrollo de ISIL, las motivaciones para la deserción son muchas y muy variadas: desde el aspecto económico –falta de capacidad de pago para abonar las cuotas o mensualidades-, hasta las indefiniciones vocacionales –haber elegido una profesión cuando en realidad se tiene aptitudes para otra-.
2. Trabajar y estudiar
“En otros casos, afecta el combinar los estudios con el trabajo. De allí que en ISIL hayamos trabajado muy fuerte en que nuestra propuesta tenga la flexibilidad necesaria para evitar este tipo de situaciones”, agrega.
Por ejemplo, se tienen los cursos dictados en formato presencial, en semipresencial y también en el esquema del cien por ciento virtual, a través del empleo de las modernas tecnologías de la información y comunicación.
El profesor Marchena explica la importancia de abordar el tema en el primer ciclo de estudios, donde resulta vital que los estudiantes reciban una inducción completa acerca de la nueva etapa. De esta manera, la transición entre el colegio y la institución superior sea de lo más positiva posible.
3. Falta de orientación
Por su parte, Jorge Chávez, gerente académico de Senati, afirma que la mayor concentración de deserción se produce durante el primer y segundo semestre, etapa en la cual el estudiante debe lograr su integración e inserción a la comunidad estudiantil.
“El principal motivo de retiro académico registrado en el primer semestre es el estudiante que ingresa, se matricula y no se presenta a clases. Esto se debe a que el ingresante de hoy participa de más de un proceso, y que este es vinculado por aquellas alternativas de oferta académica que no necesariamente brindan calidad educativa ni a lo requerido por el mercado laboral en el sector industrial”, explica.
Los estudiantes de Senati, desde sus inicios cuentan con el Servicio de Tutoría y Orientación del Estudiante, que viene trabajando con el firme compromiso de acompañar todo el proceso de la Formación Técnica Profesional, estableciendo un servicio de acompañamiento y orientación integral.
4. El papel de los padres
Aunque en el escenario actual los estudiantes muestran cada vez mayor autonomía a la hora de tomar sus propias decisiones, sus padres o tutores siempre serán una influencia muy importante, sobre todo si se trata de definir un futuro profesional.
En ese sentido, la doctora Debora Zambrano, psicóloga y docente investigadora, afirma que este papel resulta fundamental, especialmente en cuanto al afecto y el acompañamiento emocional.
“Sin embargo, estamos viviendo tiempos de mucho desapego, donde los padres trabajan y tienen sus propios problemas, sin tiempo para compartir con sus hijos. Muchas veces solo satisfacen las necesidades económicas. En ese contexto, la poca madurez en los alumnos junto al dinero fácil es un coctel muy peligroso a futuro”, indica.
El nuevo sistema de Internet de las universidades permite a los padres tener reporte de notas de sus hijos, lo que puede aprovecharse para hacer un seguimiento sobre el desempeño académico, y generar un acercamiento cuando se empiece a decaer.
Otro aspecto que los puede alejar de su máximo objetivo de terminar con éxito la carrera es el clima afectivo en el hogar. Los problemas familiares o las rupturas entre los padres son factores que pueden ocasionar situaciones de alto estrés. Con un ambiente caldeado, los chicos podrían caer en la depresión y dejar los estudios.
Por todo eso, las claves involucran a padres-hijos-maestros, lo que se traduce en una preocupación constante y positiva sobre la evolución del estudiante. Otro aspecto es la reflexión sobre lo importante de definir el futuro profesional –la toma de decisión sobre una profesión–. ¿Es consciente que su rumbo académico lo marcará para toda la vida?
Y el compromiso del propio joven, de valorar el esfuerzo de los padres o de él mismo –en caso sea autogestionario económicamente– y aprovechar la oportunidad de alcanzar una meta no está tan lejos como parece.
5. Consejería académica
Para las instituciones académicas, lograr que los estudiantes culminen su carrera en los plazos adecuados y sin interrupciones, resulta un desafío permanente. “En ISIL abordamos el reto desde varios frentes: por un lado, es vital entregar a los alumnos una experiencia de aprendizaje óptima, entretenida y de calidad, pero que sobre todo cubra e incluso supere sus expectativas.
Por otro lado, hemos implementado un servicio de consejería formado por profesionales que brindan un acompañamiento permanente a los alumnos y que tienen el objetivo de fortalecer nuestra relación con ellos, pero sobre todo, ayudarlos a superar cualquier situación que pueda poner en riesgo la continuidad de su ruta de aprendizaje planeada”, finaliza Marchena.