María de las Mercedes Anderson (Universidad de Lima) y Enrique Lluch Frechina (Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia-España).
María de las Mercedes Anderson, directora de la Carrera de Negocios Internacionales de la Universidad de Lima y Enrique Lluch Frechina, profesor de Economía Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia-España comentan sobre el panorama de los profesionales que se dedican a los negocios internacionales y al comercio exterior. A continuación, los nuevos retos que debe asumir el profesional de hoy.
MARÍA DE LAS MERCEDES ANDERSON
Directora de la Carrera de Negocios Internacionales de la Universidad de Lima
Los factores políticos, económicos y de mercado que conforman el mundo globalizado tienen una dinámica muy cambiante y competitiva. Esto exige que los negocios internacionales sean desarrollados sobre la base de un esquema moderno de integración económica y comercial.
En el caso del Perú, para el 2025 se estima que se habrán firmado 27 tratados de libre comercio, lo que representa el 98% del mercado internacional, y aproximadamente 50 nuevos planes de desarrollo de mercado, lo que lleva a que los negocios internacionales sean más innovadores y que no solo se encuentren enfocados en el comercio de productos, sino también en las distintas modalidades de doble vía, tales como servicios, IED, implantación comercial, franquicias u otras.
El profesional de negocios internacionales debe adaptarse a este mundo cambiante y asumir sus retos, así como analizar las oportunidades de negocios, la internacionalización de las empresas, la competitividad de los productos y servicios, entre otros aspectos, por lo que se requiere ser innovador, estratega, articulador de empresas, culturas y sectores.
Toda empresa que requiera crecer debe internacionalizarse. Esto aporta a la economía del país y al libre flujo de bienes, servicios, capitales, tecnología y personas. Se apoya así al desarrollo y al incremento de variables macroeconómicas, generándose interacción internacional a nivel de empresas, mercados y gobierno, y promoviendo nuevas investigaciones en temas de innovación y competitividad.
ENRIQUE LLUCH FRECHINA
Profesor de Economía Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia (España)
Para que exista un mercado, son necesarias siempre unas reglas de juego que se cumplan y alguna autoridad que las haga cumplir. Por ello, los negocios y la economía precisan no solo de una legislación clara, sino también de alguna autoridad que impida, a quienes quieran saltarse estas normas, que lo hagan. La seguridad jurídica y la falta de incertidumbre sobre el futuro y el funcionamiento de la sociedad son imprescindibles para que el comercio mundial pueda desarrollarse de una manera adecuada.
Cuando se dan situaciones de conflicto o amenazas de guerra, estas condiciones dejan de cumplirse. Las partes que están inmersas en el comercio se encuentran ante una fuerte incertidumbre cuando se trata de una amenaza y de una falta de seguridad jurídica cuando el conflicto está en marcha. Esto conlleva que las partes se retraigan y el comercio disminuya.
Los vendedores a la zona de conflicto se tienen que asegurar de que van a recibir el pago a pesar de la situación de guerra y de que sus productos van a llegar a sus compradores por vías seguras. Todo ello supone un incremento de los precios debido al riesgo en el que se incurre. Los compradores al área en conflicto van a tener dificultades para asegurarse de que los bienes que se compran llegan en la fecha convenida o de que realmente van a llegar, por lo que buscarán otras empresas que les suministren los bienes desde otros lugares.
Todo ello conlleva que el comercio con las zonas de conflicto se va a reducir y los precios se van a disparar. Las ventas desde el lugar de conflicto van a ser mínimas y por las compras que realicen tendrán que pagar un sobreprecio que puede generar pingües beneficios para aquellas empresas que puedan superar las dificultades de la exportación a estas áreas y garantizarse el cobro de sus ventas.