
Especialistas la definen como un capital de confianza importante que le da un valor a la organización frente a sus grupos de interés.
La imagen corporativa es la representación mental de la organización en los otros, que en grupo puede a la vez reconstruir una nueva colectivamente. Por lo tanto, es externa a la misma organización. Sin embargo, es la organización la que construye y gerencia su imagen, al tener claro su identidad, cuidando con detalle la coherencia entre lo que se “es, se hace (comportamiento), el cómo lo hace (conducta) y lo que dice”, porque cuando comunica se devela a sí misma también.
Lo afirma Claudia Guillén Arruda, directora de la Carrera de Comunicación e Imagen Empresarial de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), quien dice que la imagen que el otro recibe se recompone en su mente y recobra sentido y significado.
“Las personas construyen ideas de la organización de acuerdo a lo que tienen de información, percepciones, estilos de vida, sensaciones, vivencias, experiencias, emociones, motivaciones, entre otros”, destaca.
La reputación corporativa es, además, un capital de confianza que la organización se gana de sus grupos de interés y/o públicos, porque ha sabido responder a las expectativas puestas en ella, a través de respuestas concretas coherentes que responden a la promesa que la organización ofrece en su propio existir.
“Por ejemplo, una empresa responde ante sus clientes con un buen servicio y/o producto, y en esta transacción los criterios de valor son coherentes entre ambas partes”, agrega la especialista de la UPC.
CAPITAL DE CONFIANZA
La especialista afirma que reputación corporativa es además un capital de confianza importante que la organización se gana de sus grupos de interés y/o públicos, porque ha sabido responder a las expectativas puestas en ella, a través de respuestas concretas coherentes que responden a la promesa que la organización ofrece en su propio existir.
“Y este es el principal valor de la reputación. Es el conocimiento y reconocimiento de los grupos de interés a una organización y les otorga fe, confianza y credibilidad. No importa el tamaño de la empresa ni el tipo de organización en todas debe regir el mismo principio de coherencia”, recomienda Guillén Arruda.