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Responsabilidad social

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ENTREVISTA Martes, 21 de noviembre del 2017

“La RSU está en el corazón mismo de la misión universitaria”

François Vallaeys, especialista en responsabilidad social universitaria reflexiona sobre el tema y la nueva ley.

“La RSU está en el corazón mismo de la misión universitaria”
La nueva Ley Universitaria 30220, en su artículo 124, obliga a las universidades ha cumplir con sus responsabilidades sociales.

La responsabilidad social universitaria (RSU) está normada en la nueva ley. François Vallaeys, especialista en responsabilidad social universitaria reflexiona sobre ello y afirma que se trata de un proceso transversal a toda la actividad de la educación superior.

¿Desde cuándo se trabaja la RSU en América Latina?

Desde el año 2000, a partir de la red ‘Universidad Construye País’ que se forjó en Chile. Esta idea toma mucho mayor empuje desde el 2010, en que se publicó la guía del ISO 26000, sobre responsabilidad social dirigida a todas las organizaciones.

Y en nuestro país, la nueva Ley Universitaria 30220, en su artículo 124, obliga a las universidades ha cumplir con sus responsabilidades sociales. Aquí se define muy bien esa responsabilidad, como gestión ética y eficaz de los impactos de la universidad en todos sus componentes: académico, investigación, medioambiental, etc.

¿Los sistemas de RSU forman parte del proceso de acreditación?

Así es. Al respecto desde la Universidad del Pacífico (UP) hemos realizado una consultoría, junto a 11 universidades públicas, para ayudarles a diseñar su sistema de gestión socialmente responsable. Y esto ha conducido a que, junto al Sineace, se vayan definiendo los estándares de cómo las universidades deben operar para definir su accionar de responsabilidad social.

¿Qué buenas prácticas trabajan hoy las universidades?

La PUCP tiene fondos concursables para RSU, que son un estímulo para profesores y estudiantes. En la UP hemos logrado suprimir todos los envases de tecnopor. Esto no es solo la reducción de nuestra huella de carbono, sino también educación ambiental, pues los estudiantes aprenden de todas estas prácticas.

En la Universidad Nacional Agraria de la Selva hacen excelentes proyectos de agroecología con los caseríos y agricultores locales. Pero más allá de las buenas prácticas, lo que hay ahora es una vocación por la sistematización de estas dinámicas.

¿Estos problemas reales que busca remediar la RSU se conectan con la reconstrucción tras el niño costero?

Exacto. En la reconstrucción, los problemas sociales de la comunidad los tenemos a la vista. Entonces, ¿reconstruimos las casas como estaban antes, nos hacemos cargo aplicando nuevas tecnologías o tomamos en cuenta conocimientos tradicionales que permitan evitar futuros daños? Lo importante es que la universidad pueda ser entendida por los demás actores, y por sí misma, como un agente de desarrollo en base a la investigación. La Universidad Privada Antenor Orrego (UPAO) está convocando a las universidades a reflexionar de manera conjunta su rol en la reconstrucción.

Hace unos días, un valioso patrimonio se destruyó en Chiclayo. ¿Qué rol tiene la RSU en esto?

Es vergonzoso lo ocurrido con esta empresa, que tiene ahora una responsabilidad jurídica y penal frente a lo dañado. Lo que podemos hacer desde la universidad es enseñar las nuevas tecnologías agrícolas para que nadie nunca más piense que es bueno quemar los campos para hacer agricultura.

Usted es más conocido por ser un narrador de cuentos. ¿Desde hace cuánto trabaja en RSU?

Hace más de 15 años, pero soy narrador de cuentos desde hace muchos más. Cada vez más, la responsabilidad social guía mis espectáculos de cuentos, sobre todo por el lado ambiental. Por ejemplo, he trabajado el cuento de la caperucita al revés. En esta historia el lobo es el héroe, guardián del bosque. Pero como el lobo muere, ahora el bosque está muriendo también.