Lunes, 15 de junio del 2020

“Esta pandemia ha acelerado procesos que venían en marcha”

El sector educativo también se remece por la emergencia sanitaria, aunque algunos de sus efectos podrían ser positivos.

“Esta pandemia ha acelerado procesos que venían en marcha”
Álvaro Calado, exdirector de la Dirección General de Educación Superior Universitaria del MINEDU.

¿Qué consecuencias tendrá esta pandemia en el mercado de las maestrías?

Los próximos egresados enfrentarán un mercado en donde cientos de miles de puestos de trabajo han desaparecido, han sufrido recortes salariales o están en suspensión. Por el lado de la oferta de las maestrías, es muy posible que los programas –sobre todo los más populares, como los MBA o los programas de Gestión Pública– tengan más competencia entre sí por captar ingresantes que van a estar bastante más cuidadosos de cómo invierten su dinero, recelosos de cuál va a ser el retorno de su inversión y, en el caso de los programas presenciales o semipresenciales, inseguros de cuánta de esa presencialidad se va a cumplir.

Hay una parte de la educación superior que no es solo el logro de competencias, sino que tiene que ver con intangibles como redes de contacto profesionales y académicas. Con toda seguridad habrá también un incremento en la popularidad de los formatos semipresenciales y virtuales.

¿Qué profesionales se necesitará para la reconstrucción del país?

Esta pandemia ha acelerado procesos que venían en marcha. Lo primero: es muy posible que genere mayor demanda por profesionales de ciencias de la salud. Eso ya se veía antes de la pandemia, asociado a tendencias demográficas como el envejecimiento progresivo de la población.

Un segundo tema es que una de las rutas posibles para echar a andar la economía es incrementar el gasto en inversión pública y profundizar los esfuerzos para cerrar las brechas de infraestructura, es muy posible que esto determine mayor demanda de profesionales del sector construcción.

Y un tercer tema relevante que se va a profundizar muchísimo es la revolución tecnológica, que va a generar un aumento en la empleabilidad de profesionales del campo de las ciencias de la computación, programadores de software y, en general, gente que se desempeña en esa gran área.

Desde lo académico, ¿qué se debe tener en cuenta antes de elegir una maestría?

Lo primero es que la promesa de las competencias que se van a adquirir efectivamente se adquieran. La acreditación, como un marcador de calidad, es importante. Una acreditadora internacional de prestigio es una buena señal de que el programa cumple no solo con tener los insumos necesarios para el proceso de enseñanza y aprendizaje, sino que además los resultados de ese proceso probablemente sean satisfactorios.

Y lo segundo es que el estudiante debe hacer un trabajo de ‘research’: ver qué están haciendo los egresados de esa maestría, cuáles son las posibilidades que ese programa da en términos de redes de contacto profesionales y académicos, y cuál es el retorno a la inversión.

¿Qué se ha mejorado con el proceso de licenciamiento de universidades iniciado por SUNEDU y que faltan mejorar?

El licenciamiento garantiza que todas las universidades cumplan con requisitos básicos para el proceso de enseñanza y aprendizaje que supone su carrera o su maestría. El rol de la SUNEDU ha sido clave para elevar el conjunto de la calidad de la oferta académica. Luego de la reforma universitaria, la producción científica y académica (el número de _‘papers’ e investigaciones producidas en nuestro país) ha crecido de una manera exponencial.

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