Miguel, Diego y Enrique Velasco Godoy se sumaron a Coltur desde muy jóvenes, inyectando dinamismo y creatividad al equipo de viajeros.
Era el 6 de mayo de 1962 cuando Fray Martín de Porres fue canonizado en una ceremonia realizada por el Papa Juan XXIII, en El Vaticano. Un hito en la historia del Perú, la iglesia Católica y también en Coltur, quien se encargó al detalle de la travesía de 500 peruanos que viajaron para ser parte de este significativo momento.
Había transcurrido cinco años desde que Enrique Velasco Nieto junto a su esposa, Germaine Galmart, fundaron la empresa. Llegaron de Europa, escapando de la Segunda Guerra Mundial, y movidos por su pasión por el turismo, con miles de kilómetros acumulados y la experiencia que Velasco Nieto adquirió en su paso por Wagons Lits Cook, una de las primeras agencias de viaje en el mundo, emprendieron este negocio familiar que trascendió por tres generaciones.
CAMINO AL ÉXITO
En 1965, su único hijo Enrique Velasco Galmart, constituyó la unidad de Turismo Receptivo. La minuciosa atención en las necesidades de sus clientes permitió impulsar esta iniciativa, en un país con gran potencial turístico que recién comenzaba a despegar.
En los veranos de 1977 a 1979, 20.000 turistas extranjeros que arribaron en vuelos chárter quedaron encantados con el país, nuestra cultura, la privilegiada geografía y sobre todo con el equipo de profesionales que acompañó su estadía.
En la década del ochenta, años complejos para la agencia, ingresa Carmen Godoy de Velasco, quien contribuye con el desarrollo y fortalecimiento de la compañía.