Sábado, 22 de julio del 2017 Perfil

Baruch Ivcher: un apasionado por la calidad

Un hombre que con pasión, innovación e intuición de negocio supo convertir la empresa Paraíso en una compañía líder en la industria del descanso y bienestar.

Baruch Ivcher: un apasionado por la calidad
En 1992 tomó las riendas de la empresa y con el pasar de los años logró convertirla en una de las más grandes de Latinoamérica.

Llegó al Perú para quedarse dos años y, sin darse cuenta, terminó quedándose ya medio siglo. Baruch Ivcher compartió su vida empresarial en el Perú duarnte varios años entre Frecuencia Latina y Productos Paraíso. Una compañía que fue fundada en 1967, y a los pocos años se convierte en líder absoluto del mercado y en una de las más grandes empresas de la industria en Latinoamérica.

Un logro que fue posible no solo por su olfato empresarial, sino también por los valores que han regido su vida y que supo trasladar a sus empresas: como la pasión por hacer las cosas bien, la búsqueda de la calidad, el respeto a las personas, la honestidad para actuar con transparencia y rectitud, y la lealtad. Ello explica cómo, en su momento, pudo liderar exitosamente dos empresas a la misma vez.

Fue así como llegaba a trabajar a la planta de Paraíso en el Callao, desde las primeras horas del día hasta las 6 de la tarde, y luego partía rumbo a la Av. San Felipe, donde incluso se quedaba hasta la medianoche. Pero fue colchones Paraíso donde impregnó más alma, corazón y vida.

Ivcher reconoce que convertir a Paraíso en una compañía exitosa no solo pasó por un tema de liderazgo, sino sobre todo de trabajo en equipo. Por ello considera a su gente pieza clave en el éxito de la empresa, a quienes valora, cuida y también guarda un eterno agradecimiento. Y es que durante esos cuatro años que estuvo exiliado en Miami, (cuando el gobierno fujimontesinista le retiró la nacionalidad, le expropiaron su canal y amedrentaron a sus trabajadores) Paraíso lejos de sufrir un impacto negativo, se mantuvo líder.

¿Cómo lo hizo? Simplemente cosechó lo que sembró. Pues tanto sus trabajadores de planta como de oficina le demostraron que la lealtad era recíproca y cuidaron la empresa como si fuera suya en los momentos más difíciles para Ivcher y su familia. Hoy, que Paraíso cumple 50 años y que tiene una planta con procesos automatizados, a la altura de las grandes empresas del mundo, Ivcher tiene claro que debe ir por más. Le agradece al Perú por haberlo acogido y haberle permitido hacer empresa. Ahora su objetivo es seguir conquistando otros mercados internacionales, como el americano y europeo, con sus nuevas líneas de colchones, como el Abrazzo. No piensa en el retiro aún, hay todavía un largo camino por recorrer. Siempre comprometido con la calidad y la transparencia.

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