“La gestión en el Perú pasa por entender nuestra cultura”
¿Cree que están debidamente capacitados los gerentes o responsables del área de RSE de las empresas peruanas?
El responsable de RSE o de gestión de la sostenibilidad puede ser un profesional con cualquier buena formación que entienda adecuadamente cuál es el ‘core’ de su empresa. Es un debate típico de gerencia, pero que para gestionar sostenibilidad resulta clave: entender claramente cuál es y cómo funciona su cadena valor. La experiencia nos demuestra que sí hay muy buenos ejecutivos a cargo de la RSE en el país, y no son de formación “profesionales de la RSE”. No creo que exista una formación profesional tal cual, pero un economista, una administradora o un ingeniero industrial resultan claves para el cargo. Ya luego se especializan en el tema. No olvidemos que este tipo de profesional requiere ser un buen operador de métricas e impactos en la gestión.
Si bien la teoría es importante, ¿qué tan vital resulta la práctica en RSE y en qué medida suma?
Me inclino más por la práctica. El director de RSE no es un ejecutor de acciones, sino un facilitador para que la organización se alinee y actúe responsablemente. Los directores de Recursos Humanos, de Logística o Compras, de Marketing o Comercial o de Operaciones son los que deben actuar alineando su accionar con la políticas de RSE. Entonces, el responsable de RSE ayudará a que ellos cumplan y midan su accionar adecuadamente.
¿Por qué las áreas de RSE de las empresas transnacionales parecen manejar mejor el tema del RSE?
¿Es solo cosa de recursos o también de experiencia? Ello se debe, muchas veces, a que las multinacionales líderes suelen estar en el Dow Jones, cotizan en la bolsa de Nueva York y forman parte (o lo desean) del Índice de Sostenibilidad de Dow Jones (DJSI), que es muy riguroso en evaluar políticas y prácticas en cada industria. Las acciones de la empresa se premian en el mercado. Por ser una empresa con una gestión sostenible hay un incentivo económico y reputacional detrás, que obliga a que todas sus filiales a nivel mundial se comporten con esos estándares elevados. Y requiere tener políticas y medición, de allí que nos transmiten que “tienen la película más clara”. Definitivamente, hay recursos económicos detrás de esa gestión, pero son tomados como inversión. Esto es, que no tiene un retorno inmediato, sino que más bien es de mediano plazo: eso se llama reputación.
No conozco de experiencias de pregrado en RSE en algún otro país; lo que hay son materias o cursos de pregrado, y ya no solamente en carreras de Administración o Economía, sino también en Ingeniería, Derecho o Comunicaciones. No considero que se requiera una carrera de profesionales en RSE, ya que la dinámica de la empresa o la industria en que se desarrolla demanda profesionales de RSE con habilidades ad hoc.
¿Cómo elegir un programa de posgrado en RSE? ¿Qué aspectos deben considerarse?
La calidad de un posgrado la dará el perfil de los alumnos que participen. Deben ser profesionales con más de 30 años y por lo menos cinco de experiencia para que la riqueza del posgrado radique en el intercambio de experiencias y la creación conjunta de propuestas de valor para realizar una gestión sostenible en el Perú, y no en Inglaterra, Suiza o Australia. La gestión sostenible en el Perú pasa por un entendimiento de nuestra cultura, institucionalidad, regulación, desarrollo empresarial. Si los participantes no son capaces de identificar la peculiaridad del país y la lógica de la industrias, ese programa va a ser muy pobre.
¿Qué es lo más novedoso en RSE que se está dando a conocer en el mundo?
Es el modelo de gestión sostenible, que pone énfasis en la materialidad de los temas claves en la institución. El viejo modelo de las relaciones con la comunidad o las escuelas para la sociedad tienen poco que ver con la gestión sostenible. Ha cambiado el paradigma, y por ello incluso se está abandonando el concepto de RSE.
¿Tarda mucho que una tendencia novedosa en RSE llegue al Perú?
Muy poco. En el Perú tenemos empresas multinacionales líderes en el Dow Jones Sustainability Index y, por tanto, sus estándares y gestión nos resultan cercanos. Lo valioso es que se fijan las políticas corporativas y luego en cada operación se “nacionaliza” (diríamos para nuestro caso que se “peruaniza”) la gestión sostenible.