Tres famosos peruanos que vencen al cáncer
Conoce las valientes historias de Gianna Velarde, Roberto Martínez y Leslie Stewart.
Aunque ellos vivieron una de las experiencias más difíciles de sus vidas, nunca perdieron las fuerzas para seguir adelante. Aquí, tres historias de embajadores de las campañas de despistajes de la Liga Contra el Cáncer.
Gianna Velarde, motociclista peruana
“Mi familia y yo ganamos esta batalla”
“Uno no sabe lo que va a vivir, hasta que lo experimenta. A los 15 años me detectaron cáncer a los ganglios, en la etapa donde las niñas empiezan a crecer, pero a mí me tocó batallar contra esta enfermedad. Recuerdo que nunca abandoné el colegio, porque cuando uno tiene cáncer aprende a caerse y levantarse todos los días. Hasta hoy, ese es mi lema. Mis padres fueron mi mayor soporte durante el tratamiento. Juntos decidimos enfrentar la enfermedad y olvidarnos del papel de víctima, porque uno debe creer que es capaz de superar cualquier obstáculo”.
Roberto Martínez, excapitán de Universitario de Deportes
“Fue el partido más difícil que enfrenté”
“¿Por qué a mí?, fue lo primero que pensé cuando me encontraron un tumor en la mama derecha. Sin embargo, dos años antes ya había sentido ese bulto, pero no le di mucha importancia, porque pensé que era una bolita de grasa. Además, soy varón. “Qué otra cosa puede ser”, me dije. El cáncer en la mama es poco frecuente en varones, pero es una enfermedad que puede atacar a todos, porque tenemos tejido mamario en nuestro cuerpo. A veces pensamos que por practicar deporte somos intocable al cáncer, pero no es así”.
Leslie Stewart, actriz peruana
“La prevención salva vidas”
“Hace dos años me apareció una lesión en la piel, era un lunar que me incomodaba y cambiaba de color. Fui a verme y me detectaron cáncer a la piel, pero felizmente a tiempo. Me sometí a una operación sencilla para extirpar la parte afectada. Ahora, utilizo bloqueador en todas las estaciones del año, me expongo menos al sol y visito al doctor. Los peruanos debemos perder el miedo de ir al médico. He aprendido que mientras más rápido se detecta el cáncer, es mejor. Además, nunca debemos darnos por vencidos, porque siempre hay una salida”.