“Los millennials quieren resultados al día siguiente"

En medio de una crisis de valores en la gestión pública y privada, conversamos con Drago Kisic Aguirre, Presidente de CADE Universitario 2017, quien reflexiona sobre la importancia de actuar con integridad. En palabras de nuestro entrevistado, las habilidades blandas son cruciales. A continuación la entrevista completa.

¿Cuál cree usted que es el principal impacto de la corrupción en nuestro desarrollo?

La corrupción deteriora la confianza entre los ciudadanos, pues se basa en incentivos puramente personales y no en la necesidad de construir un proyecto conjunto de país. Además, es necesario revisar los costos económicos de la corrupción. Es decir, todo el dinero que se deja de poner en sectores como educación y salud. Pero también los costos en lo político y lo social.

Si la ‘meritocracia’ asoma casi como una utopía. ¿Cómo hacemos para que profesionales talentosos se acerquen a la ‘cosa pública’?

Evidentemente, hay muchas cosas que tienen que cambiar dentro del sector público. Pero también pasa por un cambio individual. Es necesario insistir en la reflexión sobre cuáles son los valores deseables que debemos desarrollar como país e individualmente, como ciudadanos y profesionales.

Desde la empresa también hay comportamientos que van en contra de la ética. ¿Cómo mejorar los mecanismos de control?

Hay que fortalecer la institucionalidad. No se puede esperar diez años para sancionar a quienes se han venido portando mal. No puede haber impunidad. Tienen que existir en las empresas sistemas de control que notifiquen y repriman los malos comportamientos, porque si no, estos se normalizan y las malas prácticas se van insertando en el día a día. Los jóvenes deben entender que haciendo las cosas bien es como se obtiene el verdadero éxito.

El cortoplacismo es a veces el origen de estos fallos éticos. ¿Cómo cambiar el chip en las nuevas generaciones?

Es necesario tener paciencia para que lleguen los resultados. Muchos de los millennials quieren resultados al día siguiente. Entran a trabajar a una empresa y en un año ya quieren ser gerentes generales. Esta generación aun no entiende los beneficios del trabajo, la dedicación y el esfuerzo. Deben desafiarse todo el tiempo y no mantenerse en su zona de confort, esa será la manera en que se conviertan en verdaderos agentes de cambio.

¿Cuáles son las habilidades que nos van a asegurar que los jóvenes profesionales se conviertan en un activo para el desarrollo del país?

Los últimos estudios sobre el tema hablan de cómo las habilidades blandas son igual de importantes que los conocimientos técnicos. La tolerancia al fracaso, la perseverancia, la paciencia, la solidaridad y el respeto hacia el otro, por ejemplo, son fundamentales para tener éxito personal y profesionalmente y poder aplicar de mejor manera las habilidades técnicas.

¿Cómo nos aseguramos de que la educación superior sea el espacio para el desarrollo de estas aptitudes éticas?

En la educación tradicional no están insertos el desarrollo de valores y habilidades blandas, pero esto está cambiando. La Ley Universitaria contempla que existan laboratorios de innovación social y un mayor interés en la investigación. Esto no solo desde el sector académico, sino en conjunto con el sector real, para entender cuáles son las necesidades de las empresas y cómo podemos mejorar sus procesos. Esta generación recibe un mejor país que las anteriores. Los universitarios de hoy tienen la responsabilidad de trabajar para llevarnos al siguiente nivel de desarrollo. Y esto solo se puede lograr con una visión conjunta, que no discrimine, que sea ética.