Lunes, 5 de junio del 2017 CIENCIAS JURÍDICAS

Derecho: ¿Cómo sacar provecho a la carrera en tiempo de crisis?

Los bufetes solicitan especialistas en derecho laboral, tributario, corporativo y constitucional.

Derecho: ¿Cómo sacar provecho a la carrera en tiempo de crisis?
Unos 130 mil abogados existen en el Perú. La mayoría de ellos ejercen en Lima y Callao.

A Mariela Sánchez, estudiante de derecho de sexto ciclo, ya no le causa sorpresa escuchar nuevas noticias del mayúsculo escándalo de corrupción encabezado por la empresa Odebrecht (que entre 2005 y 2014 pagó aproximadamente US$29 millones de dólares en sobornos para beneficiarse con la construcción de obras públicas en nuestro país). Son más noticias de coimas, corrupción y defraudación, “más de lo mismo”, nos dice.

Entró a estudiar derecho interesada en el proceso. “Y sí, he sufrido una decepción al ver cómo solo los que tienen dinero tienen los beneficios de la justicia”, sostiene la alumna de 26 años.

La corrupción es un problema inherente a la condición humana y tan antiguo como la misma organización política. Es gracias a la transparencia informativa, la pluralidad de los medios de comunicación y las redes sociales, que los escándalos de corrupción que antes se ocultaban fácilmente, hoy salen a la luz. Esto crea un nuevo panorama para las facultades de derecho.

Según Luis García Corrochano, decano de la facultad de derecho de Universidad Peruana de Ciencias aplicadas (UPC), la mejor respuesta es poner énfasis en las habilidades personales del estudiante. “Por ejemplo, incidir que citen las fuentes, usen comillas, nombren autores, etc”. Estos son una serie de detalles aparentemente metodológicos, “pero que sobre todo enseñan al alumno a respetar y no atribuirse la propiedad intelectual”.

“Es insuficiente querer enseñar valores memorizando decálogos o con clases magistrales sobre ética”, coincide Ernesto Álvarez Miranda, decano de la facultad de Derecho de la Universidad de San Martín de Porres (USMP). Todas las asignaturas deben trabajarse paralelas a la coyuntura nacional y mundial, y según competencias valorativas, conceptuales y procedimentales.

AJUSTES A LA MALLA

Todas las facultades de derecho renuevan sus cursos cada cierto tiempo y de acuerdo a las necesidades de la carrera. “Nuestro objetivo y el de cualquier universidad es que estos cambios permitan el desarrollo de profesionales éticos”, explica el decano de la UPC. “Nosotros ofrecemos una educación integral pues buscamos internalizar valores en el alumno”, agrega.

En concreto, son los cursos de últimos ciclos (como Destreza legal o Riesgo penal en las decisiones empresariales), los que dan a los abogados las herramientas para advertir problemas y futuras faltas a la ley. “Más allá de solucionar conflictos, un experto en derecho debe tener la capacidad de prevenirlos”, señala García Corrochano.

Sin embargo, los expertos coinciden, en que la entereza del profesional no dependerá de uno o dos cursos extra en la currícula. Durante varias generaciones hubo cursos de ética y propedéutica jurídica que de nada sirvieron porque aislaban los principios y valores de la dura cotidianidad del ejercicio del Derecho. “Hoy no, ahora se trata de que el profesor promueva, en todos los temas, la identificación del alumno con los valores que deben ser protegidos”, culmina Álvarez Miranda.

Siendo el abogado, el profesional más expuesto a cruzar la línea entre la eficiencia y la falta ética, acaso necesita una formación que le permita distinguir con más claridad que el resto, esos límites.

Mariela Sánchez, ve su futuro profesional con optimismo. Su generación quiere y siente el cambio. Tanto por la información con la que cuentan como por los virajes que se vienen dando dentro de las facultades de una de las carreras más clásicas y tradicionales. “Hemos llegado al límite y en 10 años se va a percibir mejor el quiebre. Sabemos que como futuros abogados, podremos administrar en nuestro país una verdadera justicia”. Ese es el reto.

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