Maestrías relacionadas con la gestión cultural y el patrimonio

En un país con poco más de 5.000 inmuebles históricos identificados, existe un gran potencial para los profesionales de la conservación del patrimonio. ¿Ya viste qué maestrías pueden calzar a la perfección en tu desarrollo profesional?

Los historiadores y arqueólogos más importantes del mundo reconocen a seis regiones del mundo como cunas de la civilización: Mesopotamia, Egipto, el valle del Indo, México, China y Perú. Esto convierte a nuestro país en uno de los grandes patrimonios históricos del mundo.

Según el Ministerio de Cultura, contamos con 5.128 inmuebles históricos registrados en el país; sin embargo, según los expertos hay miles más que aún deben ser clasificados e inventariados y no se cuenta con una cifra exacta de cuántos más queden por descubrir.

Para el profesor Alberto Martorell, presidente del Comité Peruano del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios -Icomos-Perú, necesitamos contar con profesionales que diseñen estrategias que logren insertar los bienes históricos en el proceso del desarrollo económico.

Con esta posición coincide Blanca Alva, historiadora especializada en protección del patrimonio, quien resalta que los pocos profesionales existentes se ubican mayoritariamente en Lima y algunas otras ciudades. “Contamos con pocos programas especializados y solamente una maestría para patrimonio edificado, lo que hace que haya aproximadamente una treintena de profesionales altamente calificados en este campo”.

En efecto, la oferta se divide en tres maestrías: la maestría en Gestión Cultural, Patrimonio y Turismo de la Universidad San Martín de Porres; la maestría en Museología y Gestión Cultural de la Universidad Ricardo Palma; y la única especializada en la conservación técnica del patrimonio, la maestría en Ciencias en Conservación y Gestión del Patrimonio Edificado de la UNI.

OPORTUNIDADES INFINITAS

Gracias a nuestra diversidad histórica, las oportunidades que existen en este campo son bastante importantes; sin embargo, se necesita de un actor que articule los esfuerzos y promueva la formación de especialistas que trabajen tanto en entes gubernamentales como en organizaciones privadas.

Alva considera que el papel más relevante corresponde a los gobiernos locales, ya que son los llamados a identificar los inmuebles históricos en sus jurisdicciones y realizar un diagnóstico que permita conocer que necesita cada uno para su puesta en valor. “Hace falta diseñar planes a largo plazo de acciones concretas bajo el compromiso de que el siguiente gobierno no deshaga lo avanzado. Para ello, los gobiernos locales y regionales deberían contar con una dependencia ad hoc que trabaje con consistencia la política de la conservación y gestión del patrimonio”, señaló experta.

A su turno, el profesor Martorell destacó el papel de las organizaciones privadas, especialmente aquellas que por su actividad están involucradas directamente con la preservación de nuestro patrimonio. “Hay casos en los que comunidades campesinas o culturas nativas son conscientes que deben proteger los sitios arqueológicos que se encuentran en sus terrenos pero no cuentan con el conocimiento necesario para hacer una conservación adecuada. Es ahí donde el Estado, conjuntamente con los privados, debe apoyarlos con personal especializado para construir un pequeño museo, por ejemplo”, indicó el experto.

“Otro problema es que no existen incentivos económicos para alentar la inversión privada. Lo único que figura en la ley 28296 es la exoneración del impuesto predial que contiene un fraseo defectuoso y es desconocida para la mayoría de las empresas”, alertó Alva.

BUENAS PRÁCTICAS

La otra cara de la moneda son las iniciativas que han tenido éxito y bien pueden convertirse en modelos a seguir, ya que con inversión privada y trabajo conjunto con los gobiernos centrales y locales se han puesto en valor algunos monumentos históricos y arqueológicos. Todo esto bajo la supervisión de expertos en gestión y conservación que también vieron revalorado su trabajo. “Hace falta crear mayor conciencia empresarial. Asimismo, las universidades deben sumarse incentivando prácticas, pasantías y creando nuevas maestrías que sumen al currículum de los especialistas”, indicó Blanca Alva.

“Queremos que el país sea una potencia turística pero no hacemos el trabajo previo para convertir el patrimonio histórico en proyectos valiosos. Hay mucho por hacer y un mercado laboral muy grande que tiene que incentivarse desde el gobierno. De lo contrario, gran parte de nuestra historia desaparecerá”, indica Martorell, quien también es docente universitario.

COYUNTURA ACTUAL

Hay preocupación por los cambios en la Ley General de Patrimonio Cultural. “Antes de la nueva reglamentación, si se encontraba una pared o algo presuntamente arqueológico durante una obra o excavación el trabajo tenía que detenerse hasta que se retire la presunción.

En cambio hoy, detener el trabajo no es necesario hasta que el experto haga su informe y el viceministerio de Cultura emita una resolución declarando la presunción arqueológica, trámite que puede tardar meses”, indica Alberto Martorell, presidente de Icomos.

SABÍAS QUE…

► Los profesores especialistas de la maestría en Conservación y Gestión del Patrimonio Edificado de la UNI han sido formados en universidades de España, Italia, México, Cuba, Reino Unido y Perú.

► La Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco cuenta con la Maestría en Arquitectura con mención en Gestión del Patrimonio Cultural, Centros y Sitios Históricos.

► En países como Ecuador, Colombia y Argentina se dictan estas maestrías. España también cuenta con programas en universidades como la de Valencia y Barcelona.