Beneficios de estudiar un diplomado a distancia

La tecnología ha revolucionado varios sectores de la sociedad. Uno de ellos es, sin duda, la educación, con la modalidad de enseñanza virtual. En nuestro país, se ofrecen diplomados en línea y también bajo un esquema semipresencial, en donde los estudiantes cumplen un número de horas en el aula y otra parte del curso la reciben desde sus casas, a través de sus computadoras.

Oswaldo Morales, director de Educación a Distancia de la Universidad ESAN, explica que “una plataforma de educación virtual debe ser amigable para los usuarios (profesores y alumnos), muy visual y permitir el uso de una combinación de herramientas y síncronas (conexión en tiempo real entre el alumno y el profesor), como webinar, el uso de chat y asíncronas (interacción en tiempos diferentes), como videos grabados, foros de participación, etc.”

Asimismo, indica que debe tener un soporte tecnológico permanente que permita la innovación, pero también el apoyo al usuario. Existe la posibilidad de que una institución desarrolle su propia plataforma sobre la base de softwares libres o también hay empresas que brindan el servicio de la plataforma.

INTERACCIÓN

✔ A través de las plataformas e-learning se realiza el seguimiento de alumnos y el encuentro con docentes, lo que garantiza el registro de las lecturas, intervenciones en foros, evaluaciones en línea, entre otros.

“En los programas semipresenciales se cuenta con un tutor que hace un seguimiento personalizado de cada estudiante, manteniendo una comunicación constante con cada uno para la entrega de los trabajos, así como la absolución de dudas”, explica Alier Ortiz, coordinador de Educación a Distancia de la Escuela de Posgrado de la Universidad Antonio Ruíz de Montoya.

✔ Al igual que la modalidad semipresencial, la educación de tipo enteramente virtual ofrece beneficios que incluyen el acceso a contenidos, el uso flexible del tiempo y la posibilidad de interactuar con colegas de diferentes disciplinas y regiones. Esto último no solo permite abrir espacios para el diálogo y el debate, sino que también enriquece a los participantes gracias al intercambio cultural y de conocimientos. Incluso, el tiempo de interacción de profesor y alumnos es mayor que en una clase presencial. “A través de Internet, el alumno puede participar de una clase en vivo, puede ver y escuchar al profesor, realizar ejercicios y aclarar sus dudas de manera verbal o por medio del chat. También tiene disponibles los foros de consultas con el profesor y actividades colaborativas”, explica Emma Barrios Ipenza, directora de la modalidad virtual de la Universidad Continental.

✔ Esta interacción con el tutor exige al estudiante desarrollar competencias de comunicación escrita y oral, así como de búsqueda de información efectiva y confiable y a desenvolverse autónomamente.

ESPACIOS 3D

✔ Algo novedoso es el uso de la realidad virtual, donde la representación de espacios 3D perfeccionaría el aprendizaje y facilitaría la explicación de ciertos conceptos. De hecho, en el 2016, Google puso a prueba un programa de realidad virtual llamado Expediciones, donde los alumnos tuvieron la oportunidad de ‘explorar’ diferentes lugares considerados patrimonios culturales.

Sin lugar a dudas, esta modalidad se convertirá en la favorita para el dictado de clases, porque, además, tiene como principal virtud el permitir el acceso a la educación de personas que no podrían segur estudios por falta de tiempo o por su distante ubicación geográfica.