El politólogo Martín Tanaka nos explica por qué nuestro país necesita cada vez más profesionales de esta carrera.
Martín Tanaka, investigador principal del Instituto de Estudios Peruanos (IEP) y profesor del Departamento de Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad Católica del Perú nos cuenta, a continuación, la importancia de estudiar Ciencias Políticas en nuestro país:
La política peruana está muy desprestigiada, pero lo que está en crisis es una manera de entender la política, en la que prevalece la búsqueda del poder por cualquier medio, recurriendo a cualquier estratagema. Todo en función de intereses personalistas o de pequeños grupos.
Sin embargo, la política importa porque es también el ámbito donde se toman las decisiones que afectan a toda la sociedad. Por lo tanto, es la herramienta fundamental para avanzar en la mejora de las condiciones de vida de los ciudadanos y para enfrentar y resolver sus problemas.
En este contexto, el politólogo se prepara para entender cómo funciona la política, y sobre esa base, actuar a través de decisiones de Estado y de políticas públicas que permitan velar por el bien común. Por todo lo dicho, se necesita de profesionales que tengan por delante los intereses generales de la sociedad antes que los intereses partidarios o de grupo, y que al mismo tiempo sean capaces de construir consensos, tender puentes y relacionarse con los múltiples grupos involucrados en las decisiones de Estado.
Tremendo reto para un país tan complejo como el nuestro. Por ello, los politólogos se mueven en el terreno de la investigación y la consultoría, en las instituciones del Estado en los ámbitos nacional, regional y local, en el mundo del sector público, pero también del privado y de las instituciones promotoras del desarrollo.
Nuestra política necesita urgentemente de profesionales como los politólogos, que permitan tomar decisiones más informadas, basadas en evidencia, que tengan como criterio la búsqueda del bien común. A pesar de la relativa juventud de nuestra carrera, su aporte ya es visible y altamente valorado por el mercado laboral, como lo demuestran los datos del Observatorio del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo.