Martes, 12 de julio del 2016 CONTABILIDAD

Conoce el reto de los contadores en la era digital

Los profesionales de esta carrera han cambiado los pesados libros contables por sofisticados softwares.

Conoce el reto de los contadores en la era digital
Las líneas de investigación en contabilidad son: las normas internacionales, la tributación y la contabilidad de gestión.

La formación que recibe el contador de hoy difiere mucho de aquella imagen de un trabajador operativo sumergido en interminables torres de facturas, recibos y pagarés. El profesional de la contabilidad que forma parte de una organización moderna ha logrado superar el mero papel de “registrador o anotador” de incidencias contables para convertirse en una pieza con un rol mucho más ejecutivo.

“Hay un cambio sustancial en cómo es visto el trabajo profesional de un contador actualmente. Ya no es un simple tenedor de libros o un funcionario de carácter operativo, sino un profesional de primera línea, capaz de asesorar en las tomas de decisiones financieras, tributarias y de costes de la alta gerencia”, asegura Édgar Alva, profesor de Contabilidad de la Universidad del Pacífico.

TRANSFORMACIÓN DIGITAL

Las llamadas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y las redes, han potenciado la labor del contador como profesional de la información. Programas especializado como:

Oracle, el AS/400, o el Concar: permiten un análisis más completo y profundo de la información financiera que a través de la nube es accesible desde cualquier lugar del mundo.

“Esto convierte al contador en un profesional con alta responsabilidad en su rol como analista y verificador de la información. Su figura sugiere un símil con la del notario, que certifica la fiabilidad de la información”, opina el profesor Alva.

Por su parte, Arturo Chacón, docente de la carrera de Contabilidad y Administración de la UPC, explica que gracias a las nuevas tecnologías el contador de hoy puede generar información mucho más valiosa y relevante para la toma de decisiones.

“Los contadores son capaces de cubrir la necesidad de información a tiempo real, que permita tomar decisiones inmediatas. Además el uso de la nube hace posible que los datos generados en una ciudad puedan ser usados en otra de manera prácticamente simultánea”, dice.

Más allá de ser simples usuarios de las herramientas digitales orientadas a las tareas contables o tributarias, los contadores son también competentes en la creación de sistemas contables y el diseño de los softwares que facilitan su trabajo.

La tecnología y la globalización han generado también el surgimiento de estudios contables en los que empresas de diversas dimensiones tercerizan las labores de contabilidad.

Esta modalidad de outsourcing contable supone nuevos retos para el profesional. “El contador debe ser parte de la cultura organizacional de la empresa a la que se brinda el servicio. Su trabajo no debe limitarse a lo meramente declarativo u operativo, sino que, al manejar información sensible, debe traslucir su identidad y compromiso con ella”, asevera Alva.

EL DESAFÍO ÉTICO

1. Su trabajo debe estar sostenido por sólidos fundamentos de ética profesional. En su rol de contralor (funcionario encargado de controlar los gastos de la administración pública), la figura del profesional de la contabilidad debiera estar embestida de la autoridad moral que le permita generar informes determinantes sobre los estados financieros de la institución.

“Cuando un contador se expresa sobre la confiabilidad y racionalidad de una información, esta cumpliendo un rol de fedatario frente a ella. Un dictamen de auditoría, por ejemplo, debiera tener valor tanto por su consistencia técnica como por la transparencia en el manejo de la información”, indica Chacón, docente de la UPC.

2. Esta necesidad ética es especialmente urgente en la administración de recursos del Estado. Las universidades que forman contadores, además de todas las herramientas académicas y técnicas, deben promover la formación con principios éticos, en lo que se fomente un accionar con responsabilidad social.

“Cuando un contador se desempeña en la administración pública, más allá del cumplimiento del código ético debe existir una verdadera vocación de servicio. Las aspiraciones de estar cumpliendo con un servicio a la sociedad deben estar por encima de lo monetario y nunca debe quebrarse la confianza que se le deposita como profesional y como persona”, puntualiza Édgar Alva.

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