Si la universidad peruana pretende conseguir prestigio a nivel internacional, necesita apuntalar algunos aspectos. Así coinciden los expertos cuando se refieren, por ejemplo, al nivel de publicaciones o al aporte de las investigaciones de estas instituciones de educación superior.
Marco Martos, catedrático de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), señala que existen variables concretas por analizar, como el número de doctores y magísteres, las dificultades en el proceso de admisión y el número de competidores por carrera. Hay otros aspectos, como la imagen pública, que pueden variar en corto tiempo y son más difíciles de medir.
Ricardo Alania, director del Área Académica de Factor Humano de Postgrado de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), afirma que hay dos aspectos claves para llegar al nivel de las instituciones extranjeras. El primero es implementar una metodología académica adecuada para la transmisión de conocimientos, y el segundo, contar buenos alumnos.
“Hoy los estudiantes no asisten a las universidades para que los adoctrinen y les digan qué tienen que saber, sino para aprender con base en el conocimiento, la experiencia y su propio abordaje del contexto actual”, dice.
CONINDEPEDENCIA
Aunque los programas de posgrado que se ofrecen en nuestro país se han fortalecido, se requiere la acreditación de una institución independiente y experta en la materia. Así lo indica Jaime Serida, decano de ESAN Graduate School of Business.
La acreditación presenta un enfoque integral en el que programas, recursos, capital humano, estrategias y políticas se encuentran alineados a la misión y visión de la institución. Constituyen también reconocimientos otorgados ante la validación de varios requisitos que engloban a la organización y sus programas académicos. Existen muchas en el mercado local, así como instituciones que han logrado obtener las de mayor exigencia.
Serida considera el proceso de acreditación como un camino individual que las instituciones educativas deciden emprender según sus recursos y objetivos a largo plazo. Aunque no son sencillos ni rápidos, cada vez existen más instituciones que optan por este gran esfuerzo. Con ello pueden ofrecer calidad internacional comparable con la de instituciones reconocidas en el mundo. Agrega que las ventajas que trae a las entidades educativas deben ser transferidas a los estudiantes mediante modalidades y beneficios tangibles.
INVESTIGACIÓN
La investigación es un pilar de la enseñanza académica, pero no ha recibido el apoyo necesario en educación superior, técnica, innovación empresarial u otros niveles. Serida comenta que los incentivos para seguir estos procesos son insuficientes, así como la formación dirigida a generar más estudios. “Se están haciendo esfuerzos en áreas específicas, pero aún falta mucho camino por recorrer. Así lo refleja el déficit actual”.
Para Martos, muchas universidades solo se limitan a producir profesionales que buscan conseguir un trabajo, pero que no poseen voluntad creativa. Toda institución de calidad, opina, debe tener investigadores, porque es un centro de creación de conocimientos.
“El Perú no es solamente un país lleno de emprendedores y de comerciantes. Si no se investiga en todos los sectores productivos, nos quedaremos atrás”, sostiene. Añade que dos aspectos importantes a considerar son: qué sucede con los egresados de la universidad y dónde se publican las investigaciones realizadas. Un seguimiento adecuado de dichos factores pueden servir para apoyar a este sector de profesionales.