Lunes, 19 de agosto del 2019

Fotógrafos: 5 historias de profesionales exitosos

Descubre lo que experimentan estos profesionales, que miran el mundo desde ópticas distintas.

Fotógrafos: 5 historias de profesionales exitosos
Es importante que cada fotógrafo defina su estilo, para lograr que su trabajo se diferencie de una oferta cada vez más grande.
“EL RETO ES COMPONER UNA IMAGEN QUE PROVOQUE”

Gisella Benavides, fotógrafa Foodie.

“Desde niña veía a mi papá con diferentes cámaras. Él es médico, pero una de sus aficiones es la fotografía. Yo lo observaba mientras tomaba fotos en la casa, paseos y viajes. Cuando cumplí 14 años me regaló una Nikon FM2, que aún conservo. Un día me contactaron para colaborar con una revista que incluía una sección de gastronomía, y ese fue el inicio de todo. Comencé a ir a los restaurantes y a entrar a las cocinas, ese mágico lugar al que no todos tienen acceso. Poco a poco fui desvinculando al plato del mantel blanco. Comencé a incluir como fondo de mis tomas pisos, sillas, la barra, etc. Cualquier elemento que tuviera un color y textura interesante era genial para acompañar las obras de arte que cada chef me entregaba. Es así que a la fotografía de alimentos se le sumó el food styling. Me gusta decorar todo para la sesión, crear espacios y sensaciones a través de la luz. Los alimentos pasan a ser objetos, formas, colores y texturas. El reto es componer una imagen que llame la atención, que provoque. A los más jóvenes les diría que investiguen, que siempre estén dispuestos a aprender, que analicen y observen todo a su alrededor, que en los pequeños detalles van a encontrar ideas grandiosas”.

“CUANDO TUVE 12 MASCOTAS FOTOGRAFIADAS, SE ME OCURRIÓ OFRECER ESTE TIPO DE SESIONES”

Gustavo Herrera, fundador de Mascotizados.

“Soy amante de los animales y desde hace ocho años me dedico a retratar mascotas. Comencé a hacerlo en mi estudio, pero resultaba muy difícil. Poco después me fui a vivir al extranjero. Estuve en Argentina, Los Ángeles y Alemania, lugares en los que pude ampliar mi experiencia en este tipo de trabajo. De regreso a Lima, busqué amigos para hacer más. Cuando tuve 12 mascotas fotografiadas, se me ocurrió que podía ofrecer este tipo de sesiones en el Perú. En esa época, esta industria estaba despegando. La gente ya no tenía un perro para que cuide la casa, sino para que forme parte de su familia, así que le conté esto a un amigo, que se lo comentó a la editora de una revista, y la idea terminó saliendo en portada. Ahora, mucha gente, sobre todo parejas, considera las fotos como un regalo especial. Un cliente, que tenía un chihuahua con su expareja, me llamó previo al 14 de febrero para pedirme una sesión, con la intención de reconquistar a su amada. Tuve otro caso en el que la pareja se reencontró después de muchos años, a raíz de que el perro estaba con cáncer terminal. Lastimosamente, ninguna de las parejas volvió a unirse, pero el recuerdo con la mascota que compartían quedó inmortalizado”.

“CON LA FOTOGRAFÍA Y EL VIDEO 360, EL ABANICO DE POSIBILIDADES ES INFINITO”

Rodrigo Rodrich, gerente de Fábrica 360.

“Llevo una década como profesional. He sido periodista en El Comercio, corresponsal en Iquitos, fotógrafo de bodas y he trabajado en el sector corporativo. Durante una de las coberturas que hice a una exposición temporal del Museo del Banco Central de Reserva del Perú, me consultaron cómo podíamos replicar lo que museos del extranjero estaban ofreciendo: piezas precolombinas en 360°, tours virtuales. Eso me llevó a investigar sobre los lenguajes visuales que son tendencia y así encontré nuevas herramientas de vanguardia: fotografía y video 360°. Producto de esta investigación, hace un año puse en marcha Fábrica 360, empresa en la que desarrollo tours virtuales e inmortalizo exposiciones temporales, que pueden ser vistas en la web, en cualquier momento y lugar. También uso la realidad virtual para trasladar a los asistentes de una feria inmobiliaria hasta un penthouse o para que los consumidores vean los productos que planean comprar a través del e-comerce. El abanico de posibilidades es infinito”.

“LA FOTOGRAFÍA DE MODA ES UN TRABAJO EN EQUIPO”

Lucía Arana, fotógrafa de modas.

“Desde los 12 años me encantaba la fotografía. Siempre andaba con mi camarita tomando fotos. A los 15 la escogí para mis clases de verano. Empecé con un curso básico y seguí buscando más. Cuando ingresé a la universidad, los meses de vacaciones viajaba a los Estados Unidos para continuar estudiándola. Así me la pasé hasta que me gradué, y ya con el diploma de Comunicaciones entregado a mis padres, decidí dedicarme a fondo a la fotografía publicitaria. Mi trabajo está más enfocado en fotos de moda y belleza. Este sector está cada vez más competitivo. Como en cualquier profesión, en realidad. Cuando empezamos había muy pocos fotógrafos publicitarios, los podías contar con las manos. Ahora hay muchos, y muy buenos también. Me encanta trabajar con clientes. Es una profesión en donde nunca te aburres. También haces amistades lindas y te diviertes. La fotografía de moda es un trabajo en equipo, estas de la mano con mucha gente que ayuda a que las cosas salgan bien y todos tenemos que estar en sintonía”.

“EN ESTOS VIAJES NUNCA DEJO DE APRENDER”

Flor Ruiz, fotógrafa de viajes.

Hace unos meses estuve en el Quelccaya, el glaciar tropical más grande del mundo, que está en la cordillera del Vilcanota, en Cusco. Fue un viaje de tres días. Al llegar a un punto vimos algunos agujeros y nos arriesgamos a entrar. La zona era de muy difícil acceso, pero yo tenía que ingresar porque sabía que allí dentro existía todo un mundo. Sentí temor, pero mi objetivo era retratar la dimensión y las texturas de esa maravilla que estaba repleta de estalactitas y estalagmitas, en tonos turquesa tan intensos que me sacaron algunas lágrimas. Tuve que ser muy rápida con los disparos, no usar flash, calcular el tiempo de exposición, avanzar y retroceder rampeando. Estaba sobre el hielo, con el temor de que se pudiera agrietar. Si me preguntas sobre lo mejor de viajar con la cámara, te diría que es la experiencia. En las rutas voy probando lentes, técnicas, viendo detalles y experimentando, porque en estos viajes *nunca dejo de aprender*”.

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