¿Necesitas ayuda profesional para dejar de fumar?
Los mejores aliados para rehabilitarte y dejar de fumar son los psicoterapeutas, psiquiatras y familiares.
“La nicotina es la droga más adictiva que existe. Mucho más que la cocaína, que la metanfetamina y otras drogas conocidas. Lo que sucede es que esta sustancia crea receptores que causan memoria en el cerebro. Por eso el adicto a ella no se cura, se rehabilita”, asegura el médico especialista en cáncer de pulmón de la Liga Contra el Cáncer, Alberto de la Guerra.
Para cambiar de hábito, la voluntad y conciencia del individuo son trascendentales. “Tres elementos son importantes para emprender un nuevo estilo de vida: primero, buscar información para poseer un conocimiento en torno a su salud y la enfermedad; segundo, hacer una exploración de su capacidad de autoestima y, tercero, disponer de la suficiente fortaleza para emprender un proceso de cambio”, explica Oscar Lengua, jefe del servicio de Farmacodependencia del Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins – EsSalud.
¿PUEDO HACERLO SOLO?
Según el psicólogo clínico y consultor de Cedro, Milton Rojas Valero, “la evidencia sostiene que los dependientes a la nicotina mayormente necesitan ayuda, tanto por la conducta adictiva como por los efectos y diversidad de patologías de tipo médico que acarrea tal condición”.
En ese sentido, nuestros mejores aliados son los psicoterapeutas y psiquiatras. Una opción para dejar el consumo es acudir a programas como el Lugar de Escucha, de Cedro, que propone un esquema de tres fases que se ejecutan en 10 sesiones: “Primero es la evaluación y diagnóstico psicológico, médico y pruebas complementarias. En segundo lugar, el diagnóstico motivacional y, finalmente, el programa: la preparación para dejar de fumar, abandono y mantenimiento de la abstinencia”, explica Rojas.
Por su parte, el Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins cuenta con un servicio de Farmacodependencia, que brinda tratamiento a problemas de adicciones.
Para Óscar Lengua, Jefe del Servicio de Farmacodependencia del Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins – EsSalud, existen dos factores que gravitan significativamente en la iniciación del individuo en el consumo de tabaco. Ambas, por cierto, dicen mucho de la naturaleza relacional, primero con el ambiente familiar y luego con la del entorno social. Tras observar la conducta de uno o ambos padres, aquella persona muestra interés y curiosidad por el consumo.
► Es de esperarse que guiándonos de la naturaleza intergeneracional en el consumo de las denominadas drogas legales, el consumo de tabaco sea transmitido de generación en generación como una conducta aceptada y, con ello, la familia del fumador porte una historia ligada al tabaco y las consecuencias dañinas para la salud de éste. En ese sentido, está claramente definido que existe una asociación cercana entre consumo de tabaco y cáncer de pulmón, por ejemplo.
► Pero también la curiosidad se extiende al entorno social. Son los amigos de barrio o compañeros de escuela quienes, en un afán de fortalecer los lazos de relación, encuentran en el consumo de tabaco un rito que los une y los identifica. La sociedad influye de manera perniciosa para alentar en el consumo a través de mensajes subliminales que dicen mucho de los estereotipos: el fumar te hace más hombre, solo los valientes consumen cigarrillos o quizás los hace más atractivos e interesantes.