El humo de tabaco en espacios cerrados tiene efectos nocivos tanto a fumadores como no fumadores.
Las enfermedades vinculadas al consumo de tabaco no solo se pueden presentar en fumadores, sino también en quienes se encuentran alrededor y en espacios cerrados. Según indica la Organización Mundial de la Salud (OMS), ni la ventilación, ni la filtración, solas o combinadas, pueden reducir la exposición al humo del tabaco a niveles que se consideren aceptables.
Los ambientes 100% libres de humo de tabaco ayudan a evitar que las personas, especialmente los jóvenes, comiencen a fumar. En ese sentido, el Estado protege plenamente a los trabajadores y al público de los graves efectos perjudiciales de este humo, exigiendo a las instituciones públicas y centros de trabajo tener un área para fumadores al aire libre.
En nuestro país, para prevenir el consumo de tabaco, se prohíbe la venta de cigarrillos a menores de 18 años. Los locales que incumplen la ley son sancionados, dependiendo de la gravedad de la infracción, con una multa máxima de 450 UIT.