Según los expertos, contar con un equipo médico calificado puede resolver casi el 90% de los problemas de salud.
Un buen sistema de salud debe basarse en establecimientos de primer nivel, con personal altamente competente y capaz de resolver cualquier situación. Sin embargo, aún se observan dificultades para el tratamiento eficaz de infecciones respiratorias en niños, así como de hipertensión y diabetes en adultos. Lo mismo sucede con la detección precoz del cáncer. Estos cuadros deberían tratarse con mayor rapidez en todos los centros de salud.
La infraestructura y equipos costosos no garantizan un mejor tratamiento, sino el personal de salud bien capacitado para su uso. Según Llosa, un cuerpo médico bien preparado puede resolver prácticamente el 90% de problemas de salud que se presentan. La figura del médico familiar es imprescindible en este proceso, ya que posee una capacidad resolutiva muy alta y su labor reduciría la congestión de los establecimientos.
En provincias, el mayor avance del sector se registra en las grandes ciudades, de manera especial en infraestructura, equipamiento y personal. En la actualidad, los egresados buscan trabajar en lugares con acceso a viviendas y colegios para sus hijos, así como espacios recreativos. Al no encontrar estas facilidades, muchos optan por viajar a la capital. Esta centralización ha generado un gran déficit en la sierra central, el norte y parte de la selva.
Las brigadas multidisciplinarias del plan Más Salud, impulsado por el Ministerio de Salud (Minsa), son una iniciativa para reducir la brecha de especialistas en las regiones del país. Puede resultar muy útil para campañas a corto plazo y algunos participantes pueden ganar más que los establecimientos a los que pertenecen. Sin embargo, su corto tiempo de permanencia en la región perjudica a las personas que requieren un tratamiento prolongado.
El 80% de los médicos se concentran en ciudades como Lima, Arequipa, Trujillo y Cusco. Además, la proliferación de escuelas de Medicina, especialmente en la capital, ha saturado el mercado laboral. “Se debe incentivar a los profesionales a laborar en otras ciudades y la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria debe monitorear la calidad de la educación que reciben”, apunta Llosa.