La reputación de una empresa es una gran tarea. Si se gestiona se podrán identificar las fuentes de reputación y medirlas para hacer crecer el capital intangible. Es básico tener una buena reputación, pues suma valor al negocio y lo reditúa. Las empresas que valoran su reputación son aquellas que quieren trascender; es decir, entienden que el valor o rentabilidad de una organización ya no se mide solo por sus activos, línea de producción o ventas, sino también por lo que significa su marca.
LA GESTIÓN ES CLAVEHoy en día, si las compañías quieren que los
stakeholders o grupos de interés construyan una percepción positiva de su accionar, deben cuidar los detalles de sus procesos y, además, comunicar de manera transparente las cosas que hacen. Claudia Guillén, directora de la carrera
de Comunicación e Imagen Empresarial de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (
UPC), señala que entre las acciones que habría que tomar se encuentran brindar información completa y veraz sobre los productos y/o servicios para permitir una experiencia agradable y significativa; y cumplir con lo que se promete hasta cubrir con sus expectativas. No saber gestionar la reputación trae muchas consecuencias. El decano de la Facultad de Comunicación de Universidad de Ciencias y Artes de América Latina (
UCAL), Mario Gutiérrez, sostiene que la primera es la de ser muy *vulnerable *frente a las crisis, ya que si se tiene una frágil reputación, cualquier contingencia afecta estructuralmente a la organización. La segunda es confundir la reputación con el
marketing y pensar que de lo que se trata es de posicionar la marca y decir que eres bueno, sin entender que quienes deben decirlo son los públicos. La tercera es no saber medir la reputación, dónde estás en la percepción de la gente y hasta dónde se puede llegar.
RELACIÓN CON LOS STAKEHOLDERSLa reputación es el mejor argumento de
venta de una empresa. Lo más importante es garantizar un comportamiento comprometido y supone tener como mínimo unos estándares superiores a la media del sector con todos los stakeholders estratégicamente definidos de la empresa. “La reputación no es gratis, es necesario invertir en ella. Solo hay que entender que la rentabilidad de su gestión será infinitamente mayor que esa inversión”, puntualiza Mario Gutiérrez, de la
UCAL.
Por su lado, la representante de la
UPC, expresa que, en primer lugar, se debe conocer bien a los stakeholders. Junto a su equipo se debe construir un mapa de todos ellos al más mínimo detalle, identificarlos y generar un cuadro de expectativas e impactos.