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Carreras para gente que trabaja

Carreras para gente que trabaja
Lunes, 1 de abril del 2019

¿Cómo deben ser los docentes de gente que estudia y trabaja?

Estas universidades aplican metodologías orientadas a educar personas adultas y se ajustan a sus necesidades de tiempo.

¿Cómo deben ser los docentes de gente que estudia y trabaja?
Este tipo de alumnos requiere de profesores preparados en metodología andragógica: técnica orientada a educar personas adultas para que dejen de ser solo un receptor y se conviertan en el protagonista de los conocimientos impartidos.

¿Se puede trabajar a tiempo completo y estudiar a la vez? Sí, es totalmente posible. A decir de Carlos Villa Solís, director del Programa Carreras Universitarias para Personas con Experiencia Laboral (CPEL) de USIL, lo que requieren los alumnos de este perfil es un entorno más práctico y aplicativo que les permita complementar lo aprendido en el trabajo con conocimiento actualizado. Sin embargo, “no menos importantes son los horarios, que se deben acomodar a su vida laboral y personal”, acota el vocero.

UN PERFIL DISTINTO

Los alumnos de estos programas son diferentes a los de pregrado regular, siendo los fotochecks en el pecho solo la parte visible. Villa Solís destaca la oportunidad que tienen de contrastar lo que estudian con la realidad y el sustancioso intercambio de ideas que se produce normalmente entre los docentes y los compañeros con gran experiencia.

“Esto permite aprovechar el bagaje profesional de cada participante, para aterrizar la teoría en el mundo práctico, algo que no se puede hacer en un programa estándar”, enfatiza. Julio Pinglo, director académico de Lima Centro en la Universidad Privada del Norte (UPN), señala que la metodología activa de enseñanza-aprendizaje que aplican en su centro de estudios busca que el estudiante sea lo más autónomo posible y el docente, un facilitador. Ambos expertos coinciden en que este tipo de alumnos requiere de profesores especialmente preparados en metodología andragógica. Se trata de un conjunto de técnicas orientadas a educar personas adultas. Así, el estudiante deja de ser solo un receptor para convertirse en el protagonista de los conocimientos impartidos.

LISTOS PARA LA ACCIÓN

La orientación hacia la acción es el sello indeleble de estos programas. En la UPN, por ejemplo, se incorporan logros de aprendizaje medidos a través de trabajos que se realizan en campo. Por su parte, desde USIL destacan el método de resolución de casos y el uso de simuladores y laboratorios. Sin embargo, no menos importante que la metodología es la mentalidad de los participantes, así como los deseos de avanzar, aprender y adaptarse a los cambios. Villa Solís afirma que estos métodos de aprendizaje son ideales para aquellos con alto potencial. “La formación les permite integrarse a equipos multidisciplinarios para crear valor desde su posición”, puntualiza.