La nueva Base Naval del Callao

La propuesta trabajada con el Ministerio de Transportes y Comunicaciones(MTC) y la Autoridad Portuaria Nacional, propone un plan de desarrollo portuario del Callao con un antepuerto de 65 hectáreas, en base a 15 hectáreas del área del muelle marginal de la Base Naval. Incluye una nueva plataforma sobre el eje del rompeolas norte de la dársena del actual puerto.

Este planteamiento permitirá acceso directo, desde los muelles, a las avenidas Néstor Gambeta y Contralmirante Mora. Facilitará el reordenamiento del tráfico de carga, mejorando el flujo logístico entre los almacenes.

Así se permitirá al Callao ser el puerto ‘hub’ de la costa oeste sudamericana, lo que favorecerá el desarrollo de un área logística marítima eficiente en el eje Callao-Ancón, e integrar al futuro puerto de Chancay.

La propuesta no traslada al SIMA-Callao, debido a los grandes costos que significa y porque su plan de desarrollo prevé ofrecer servicios de reparación naval a mercantes de gran calado mediante un nuevo dique post Panamax.

MODERNIDAD Y EFICIENCIA

La Marina, vía convenio marco de diciembre del 2019 con el MTC y la Autoridad Portuaria Nacional, cede el derecho de superficie, sin perder la propiedad de los terrenos, para desarrollar el Antepuerto del Callao y una nueva concesión portuaria.

La operación se plantea en tres fases: la primera corresponde a la reubicación del Hospital de la Base Naval y de la Dirección General de Material con sus direcciones subordinadas. La segunda, la reubicación de la Comandancia de Operaciones Navales, los medios de la Fuerza de Superficie, Fuerza de Submarinos y la Comandancia de Operaciones Guardacostas, así como las instalaciones del CITEN y de los pañoles de armas.

En junio pasado, el primer convenio específico entre la Marina y el MTC cede las primeras 20 hectáreas para iniciar las obras del parqueadero de camiones del antepuerto.

La nueva Base Naval permitirá evitar la interferencia entre el movimiento de naves comerciales y de guerra. Estará acondicionada para operar buques logísticos para su rápido despliegue en caso de desastres naturales. Asimismo, ayudará a generar un adecuado encauzamiento de la desembocadura del Rímac y podría ser empleado como muelle alternativo para buques comerciales más chicos en caso de emergencia.

La Marina de Guerra del Perú podrá enfrentar la necesidad de mejorar su infraestructura y renovar los principales medios para el patrullaje y control del mar. Ello, considerando que sus principales unidades tienen más de 40 años de servicio y requieren un reemplazo varias veces postergado.