
Además de utilizar productos de alta generación, la compañía se preocupa por capacitar a sus colaboradores.
Hace 70 años el naciente emprendimiento familiar, daría sus primeros cortes sobre el piso de la cocina de la Sra. Carolina. En sus finas manos sobre la mesa de su comedor se daban las primeras puntadas hacia una historia llena de amor, empeño y fino gusto por la moda. Cada etapa del proceso de crecimiento estuvo abrigada de compromiso por hacer cada vez mejor los productos y los procesos.
La primera máquina luce orgullosa en una vitrina en la entrada de las oficinas de Consorcio Carolina. Una cosedora a manivela que volvería a usarse casi 60 años después, durante la última entrevista televisiva que le hicieran a la fundadora. En las manos de la Sra. Carolina, la pequeña máquina de costura volvió a sus mejores épocas y con su destreza se confeccionó una blusa.
La tecnología fue una de las premisas desde el principio. Después de la máquina a manivela se adquirieron las primeras máquinas de coser a pedal. Luego se les incorporó motor y fueron de las primeras marcas en venir a Lima.
Más adelante, los mecanismos fueron más eficientes y los motores se redujeron. Allí aparecieron las máquinas de coser semi-industriales y las primeras máquinas eléctricas para cortar tela. Toda una revolución que se festejó con orgullo en el taller de la empresa. Ya no era necesario cortar las telas una a una con tijeras. Ahora podían incrementar los cortes de un solo trazo mecánico.
INNOVACIÓN
Pero en la era industrial reciente hubo un cambio extraordinario: la invención de las computadoras y la inclusión de dichas tecnologías en todo tipo de aparatos industriales. Aquí, en los inicios de este siglo aparecen máquinas de coser computarizadas, las que no tardaron en adquirirse en Consorcio Carolina y esto marcó otro hito importante en la historia de las confecciones en el Perú capacitando en su uso a todo el personal.
Sistemas electrónicos para operaciones automáticas de corte, confección y atraque, línea de patronaje preconfigurado, velocidad de corte variable según el tipo de tela, tensor de hilo automático, ojales de diversa forma. Una tras otra, las tecnologías para este sector se fueron incorporando al proceso productivo total.
Pegadoras de mangas automáticas, asegurando la forma anatómica y el acabado de calidad según como el modelo lo requiera. Atracadora automática, para presillas, garetas, bolsillos, etc. Botonera electrónica, máquina para coser botones con exactitud, de 2 o 4 botones, en cruz o en paralelo.
En la actualidad el proceso de patronaje es completamente digital, con impresoras de moldes de diseños que respetan el milímetro. También se cuenta con revisadoras de telas automáticas, máquinas pegadoras de bolsillos, sistemas de vaporización eléctrica para el equipo de planchado, entre otras tecnologías.
Los años enseñaron a esta corporación la importancia de apostar por la innovación. Cada etapa del proceso productivo es estudiada constantemente. El personal actualmente tiene una preparación técnica y profesional que cuenta con el apoyo de una capacitación constante. La consecución de la Certificación ISO 9001 en todo el proceso productivo es evaluada y renovada año a año.
Ello se suma a las personas que trabajan muchos años en los talleres y aprendieron de la fundadora. Así, las primeras puntadas de la Sra. Carolina proveyeron la pasión que enseñó a las primeras trabajadoras, pasión que se mantiene, transmite y que es el espíritu de Carolina. Así nace el desarrollo del buen gusto, el estilo propio exclusivo y la permanente búsqueda de la excelencia en cada prenda confeccionada en Consorcio Carolina.