US$1.200 mensuales puede costar el mantenimiento para una oficina de 100 m² en San Isidro y Miraflores.
Una de las mayores inversiones consiste en el equipamiento electromecánico del edificio y en el consumo de energía que demandará durante su tiempo de vida útil. Es ahí donde las empresas optan por tercerizar la implementación de estos sistemas: para dejar esta labor a especialistas en el rubro y dedicarse íntegramente a su core business. Así lo indica Giomar Giraldo, gerente comercial de Proyectos de Clave 3.
Miguel Peching, director nacional de Facility Services del Grupo EULEN Perú, señala que la instalación de estos equipos sigue procedimientos estrictos y con certificación extranjera. “La frecuencia de mantenimiento se realiza dentro del marco estipulado por las empresas fabricantes o según el estado de las instalaciones en particular. Esta situación se evalúa y define a partir de las inspecciones realizadas de manera frecuente al edificio”.
Según Ramírez, estos procesos son claves para el desarrollo de cualquier actividad. El especialista considera que el mantenimiento se debe realizar cada seis meses. Para ello, se requiere contar con un electricista que trabaje de la mano con la empresa administradora. De esta manera, si hubiera algún problema a última hora se podría resolver lo más pronto posible para no perjudicar a los arrendatarios.
En el caso de Colliers, Salazar explica que el personal técnico es responsable de realizar el mantenimiento y la medición de los pozos a tierra. De forma constante debe asegurarse también el óptimo funcionamiento de los tableros eléctricos de distribución y transferencia, así como los transformadores. “La frecuencia de mantenimiento la brinda el proveedor del equipamiento. Nosotros somos responsables de cumplir con ese cronograma”, aclara.
SISTEMAS DE SEGURIDAD
La seguridad es otro aspecto fundamental en todo edificio de oficinas corporativas. Entre las principales alternativas en el mercado se encuentran los sistemas de control de accesos que permiten la identificación de cada persona que entra y sale del edificio. Un circuito de cámaras, así como las alarmas de intrusión, también es útil para realizar el seguimiento y la ubicación de evidencias ante un posible robo.
Otras herramientas muy útiles son los molinetes de acceso peatonal al lobby principal del edificio y las lectoras en tranqueras vehiculares, así como los sensores de aniego que permiten reportar directamente al centro de monitoreo del edificio.