Lima, Bogotá y Panamá lucen gran potencial

Un último estudio de la consultora inmobiliaria internacional Jones Lang Lasalle (JLL) revela que el 2015 hubo una desaceleración de demanda de oficinas en Latinoamérica pero, al mismo tiempo, una fuerte oferta lo que conllevó a una alta vacancia y rentas con tendencia a la baja.

El informe explica que tras la crisis económica en Estados Unidos ocurrida el 2008, los inversores comenzaron a mirar a las ciudades latinoamericanas lo que elevó la oferta de edificios de oficinas. El auge cobró fuerza entre el 2012 y el 2015, año en el que se entregaron 2.550.000 m2 de oficinas nuevas. Pero la excesiva producción en estas urbes las está conduciendo a superar la demanda y con ello, se produciría una caída prevista para los próximos años.

Pese a todo, apostar por el negocio de oficinas en América Latina resulta todavía rentable, en especial si lo comparamos con los mercados europeos y norteamericanos. Según Scott A. Figler, consultor senior para Latinoamérica de JLL., el inversionista en la región obtiene un retorno anual de entre 8% a 12% que puede ser todavía más alto en mercados más arriesgados, como Panamá, mientras que en Estados Unidos o Europa se obtienen tasas de retorno de entre 5% a 7%.

IMANES DE INVERSIÓN

Ciudades como Lima, Bogotá y Panamá, que años atrás se identificaron como emergentes, mantienen su potencial porque todavía experimentan el arribo de nuevas empresas y algunas firmas se encuentran en proceso de expansión. “Hasta el 2014, estas ciudades tenían una oferta muy por debajo de lo que la demanda es capaz de absorber. Sin embargo, en los últimos dos años, hubo una explosión de nuevas construcciones, generando una sobreoferta y poniendo presión a las rentas a la baja”, explica Figler.

Ciudad de México, Santiago de Chile y Sao Paulo son consideradas como plazas más sofisticadas, con una trayectoria más larga y con la capacidad para desarrollar proyectos aún más ambiciosos.

LO IMPORTANTE

En opinión del director de la Sociedad de Urbanistas del Perú, Erick Reyes, lo que interesa es que estos lugares gocen de un ambiente acogedor para los negocios internacionales. De esta forma, interesa la “localización estratégica así como la implementación de infraestructura de transporte, que permita un fácil y rápido acceso al interior de ellas y hacia las principales ciudades de la región. Otros aspectos a considerar son los entornos urbanos propicios para los negocios, entretenimiento y cultura. Finalmente, siempre es importante contar con un marco tributario atractivo y una política migratoria permeable”, precisa Reyes.

Para los interesados, el estudio de JLL plasma una mirada panorámica de las urbes con altos mercados y mucho potencial en América Latina.