Tratamientos para combatir el paso de los años

El tratamiento facial con plasma rico en plaquetas (PRP) activa la regeneración celular y con ello mejora la textura de la piel, la ilumina y reduce las arrugas. En una sola palabra: rejuvenece.

Si bien se trata de un procedimiento ambulatorio, requiere de profesionales en medicina, debido a que se logra extrayendo la sangre del paciente, separando plaquetas y devolviéndolas con un activador, a través de microinyecciones, en puntos específicos. Esto, a su vez, reduce las reacciones adversas o alergias y lo convierte en un proceso seguro para el paciente.

Gino Llosa, cirujano plástico de la clínica Petras, explica que “en la actualidad se combina el plasma con injertos de grasa para dar volumen a los surcos y depresiones del rostro, logrando un efecto de rejuvenecimiento y mayor luminosidad en la piel”.

Llosa lo recomienda a partir de los 35 años. “Sin embargo, puede utilizarse en personas menores que están muy expuestas al sol o al tabaco”, precisa. Además, como estimula la producción de colágeno, elastina y tejido epidérmico, puede acabar también con la celulitis o la alopecia. ¿Lo mejor? No deja cicatrices ni exige descanso posterior.

El plasma rico en plaquetas también puede controlar la caída del cabello. Los resultados se hacen visibles a partir de la tercera semana y deben ser complementados con otros procedimientos.

EL PODER DEL CALOR

Para quienes buscan mejorar la simetría facial, acabar con el doble mentón y la laxitud de los párpados está la diatermia, una tecnología que usa energía calórica para estimular estructuras dérmicas.

“Con suaves movimientos, se estimula la microcirculación, lo que favorece el riego sanguíneo y la hiperoxigenación. A la par, motiva la formación de colágeno y elastina por activación del metabolismo, así como la nutrición celular, logrando la regeneración de la piel. Por último, favorece la eliminación de los radicales libres”, asegura Martina Gómez, directora del Centro de Terapias Alternativas y de Antienvejecimiento.

Pero no todo se puede dejar a los tratamientos. Tan importante como ellos es la rutina de belleza que cada persona debe efectuar a diario y que incluye limpieza, hidratación y protección solar. Sandro Tucto, dermatólogo de la clínica Ricardo Palma, exhorta a comenzar el día con una limpieza con agua micelar. Luego, aplicar el bloqueador y, quince minutos después, el maquillaje. Al mediodía, aconseja una siesta y una limpieza con loción tónica para reducir el brillo y cerrar los poros.

“En la noche la piel está más dispuesta a absorber las vitaminas, el colágeno, el ácido hialurónico y los nutrientes de las cremas, lociones o geles. Ese es el momento de las exfoliaciones y las depilaciones pues la piel está menos sensible. La aplicación de las cremas nutritivas es también más efectiva”, puntualiza.