
Son ocho los convenios suscritos por el Ministerio de Trabajo con diversas organizaciones para desarrollar alianzas de RSE.
La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) puede generar el retorno de inversión en toda la cadena de producción y en las relaciones con los grupos de interés –como los clientes, los proveedores y la propia comunidad–. También es de gran ayuda como herramienta para fidelizar a los colaboradores y clientes.
“En general, la RSE mejora la productividad y competitividad de toda la organización. Eso es una inversión, pues todo programa o proyecto de RSE debe tener un beneficio compartido para la organización y sus stakeholders; nunca debe ser vista como un gasto”, destaca Julianna Ramírez Lozano, docente del área de Responsabilidad Social de la Universidad de Lima.
ACCIONES QUE RETORNAN LA INVERSIÓN
► Generar buena imagen en la gestión de la RSE. En el mediano plazo también impactará en la reputación corporativa, lo que siempre debe verse como una consecuencia, nunca como un objetivo empresarial.
► Tener un sustento ético en el proyecto de RSE. Se basa en el cumplimiento de la misión, visión, principios y valores, así como en la transparencia desde la cual trabaja la empresa. La ética empresarial se inicia en la ética de las personas que dirigen o toman decisiones en la empresa u organización.
► Desarrollar las empresas teniendo en cuenta su entorno. Debe tener un enfoque de RSE que le garantice un comportamiento ético, una buena relación con los stakeholders y no tener riesgos de operación o, en todo caso, reducirlos.
► Mantener una buena relación con los grupos de interés. Esta acción hace que cualquier riesgo sea manejable y que el proyecto de inversión no sufra paralizaciones. Incluso internamente, tener una buena estrategia de RSE con los colaboradores hace que se obtenga una mayor identidad del trabajador con la organización, lo cual contribuye a fortalecer el desempeño laboral, el espíritu de colaboración e indudablemente el logro de metas.