5 consejos para realizar una buena labor social
Presentar la actividad como una única experiencia puede ser motivacional para los colaboradores de la empresa.
Según Guillermo Román-Flores Zevallos, Director Ejecutivo de Taller Creativo Consultores, el voluntariado corporativo debe entenderse como una valiosa oportunidad de estrechar vínculos con el entorno o la comunidad, pero es sobre todo una riquísima experiencia de desarrollo personal para nuestros colaboradores, es por eso que quiero compartir cinco aspectos que se deben tomar en cuenta para que la decisión de embarcarse en un programa de este tipo traiga satisfacción a todos los involucrados:
1. No debe ser impuesto o ser considerado parte de una compensación o bono por desempeño. Forzar el sentido de compartir tiempo y esfuerzo con nuestros “vecinos” desnaturaliza la riqueza de este proceso. El voluntariado debe ser percibido por colaboradores y participantes como una fiesta de interacción positiva, trabajada con alegría y buen ánimo.
2. Debe planificarse en consenso. La participación de los colaboradores en la fase previa a la intervención es fundamental, esto enriquece la visión y el espíritu del voluntariado. La organización debe identificar distintos talentos ya sean profesionales, artísticos, deportivos o intelectuales en nuestros colaboradores, para que cada quien intervenga con lo que mejor sabe hacer.
3. Se debe ampliar la mirada más allá de lo material. Si bien muchos de estos programas están basados en refacciones o infraestructura básica. Participar en las festividades locales, colaborar con campeonatos deportivos, apoyar o formar parte de iniciativas de apoyo académico en los centros educativos locales o simplemente formar parte de actividades culturales o artística de la comunidad, aporta diversidad y color a un proceso rico de intercambio de experiencias.
4. Debe ser una experiencia de ida y vuelta. La intervención debe incluir a los grupos de interés a los que nos dirigimos. La interrelación con las personas nos da valiosa información sobre cómo piensan, sienten y viven por quienes estamos trabajando en ese programa de voluntariado.
5. Debe alentar procesos sostenibles. Esta experiencia debe ser percibida por los colaboradores como un proceso continuo de interacción entre compañeros y la comunidad donde nos miramos y nos tratamos de igual a igual.