Maestrías online: un mercado en crecimiento
Los estudiantes tienen ahora las posibilidades manejar mejor sus tiempos, gracias a la tecnología.
Hasta hace unos cincos años, había mucha gente escéptica respecto a la posibilidad de estudiar una maestría a distancia. Sin embargo, con el paso del tiempo, el desarrollo tecnológico, el surgimiento de nuevas plataformas y nuevos modelos educativos, así como la evolución del papel del docente, las maestrías semipresenciales vienen cobrando cada vez mayor demanda.
BENEFICIOS
En primer lugar, son diseñadas para personas que trabajan y no tienen tiempo para desplazarse hasta la universidad o viven en lugares alejados al centro de estudio, inclusive en otra ciudad o país. Así, el tiempo que ahorran por no desplazarse pueden utilizarlo para estudiar. En segundo lugar, es posible acceder a los cursos en cualquier momento y en cualquier lugar, con lo cual se puede atender mejor la vida laboral, personal y académica.
Otra ventaja importante manifestada por Juan José Marchena, coordinador académico comercial del Tecnológico de Monterrey, es que “los costos de una maestría online son menores, no solo en cuanto al costo del programa, sino también en relación a los gastos que están alrededor de una maestría presencial, como transporte, estacionamiento, alimentación, alojamiento, libros, etc.”.
Asimismo, de las maestrías online es la opción de estar en contacto diario con los docentes y compañeros de estudios a través del chat, los foros u otras herramientas del programa. También es interesante tener la oportunidad de compartir con docentes y alumnos de diferentes partes del mundo. Y si en algún momento no es posible conectarse a una hora determinada, existe la opción de ponerse al día en otro momento.
Por su parte, el doctor José Alfonso Mesía Guevara, docente de la Escuela de Posgrado de la Universidad San Ignacio de Loyola, agrega que “las maestrías online tienden a perfeccionar la capacidad de redacción de documentos, y todos los trabajos quedan registrados como evidencia del desempeño. Además, se desarrolla la capacidad de investigación y de responder con información actualizada cuando se exigen evidencias, siendo compartidos los resultados de las investigaciones en los foros y videoconferencias.
ESTUDIOS PERSONALIZADOS
Originalmente, los estudios online tenían limitaciones, por eso se han desarrollado estrategias que permiten superarlas y se han incorporado a los estudios de maestría semipresenciales. Por ejemplo, el magister Martín Vegas Torres, coordinador de la maestría en Educación de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya, destaca que al inicio de cada período lectivo, la casa de estudios donde él dicta asesora a los participantes para que organicen su horario de estudio, a fin de que adquieran un ritmo de estudio, y que el método tutorial de su universidad permite hacer un seguimiento para que ningún estudiante se quede rezagado.
Por otra parte, la plataforma tecnológica de una maestría semipresencial ofrece varias opciones de intercambio entre alumnos y docentes. También entre los propios alumnos, porque el diálogo y el debate son fundamentales para asegurar el aprendizaje. En una maestría semipresencial, el tiempo de relación docente-alumno individual es mayor. Además, el estudiante desarrolla competencias de comunicación escrita para sostener sus puntos de vista, en base a evidencias que luego le serán útiles en su quehacer profesional.
CONTROL Y DISCIPLINA
- En un programa semipresencial, el control que tiene el docente del aprendizaje es mayor que en un programa presencial.
- El alumno cuenta con el apoyo tecnológico que le permita hacer seguimiento a sus participaciones en las clases virtuales, foros y actividades que el programa exige que realicen los estudiantes en línea.
- Todo esto funcionará si el estudiante tiene disciplina.