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Maestrías

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EntrevistaJueves, 4 de febrero del 2016

"Las maestrías brindan una visión mucho más amplia"

Milagros Zegarra, Directora de Capital Humano y Responsabilidad Corporativa de PwC, nos comenta cuál es la dirección de los MBA.

Foto: Omar Lucas

La experta explica que los profesionales buscan potenciar su perfil profesional a través de un MBA o una maestría especializada. Pero, además, deben estar preparados para enfrentar todo tipo de escenario laboral, especialmente en estos tiempos que es tan cambiante.

Eduardo Rizo-Patrón, vicepresidente regional para América Latina de Stanton Chase, ha señalado que las maestrías son buenas para abrir puertas, pero no basta. ¿Qué opina al respecto?

Estoy totalmente de acuerdo. Las maestrías son especializaciones que nos dan una visión de negocios mucho más amplia luego del pregrado. Sin embargo, como todo en el ámbito profesional, lo que importa son los resultados, es decir, un buen desempeño, donde no solo se considere el qué, sino también el cómo.

De los criterios que consideran las compañías al seleccionar a su personal, ¿cuánto se valora el hecho de que un profesional haya terminado una maestría?

Todo es muy relativo, depende del puesto al que vayan. Por ejemplo, hay funciones que son mucho más operativas en el que una especialización no es del todo relevante. En las áreas que aspiran los profesionales junior, entre los 25 a 26 años, considero que no es vital que tengan en su curriculum vitae que hayan llevado o estén llevando una maestría.

¿Qué ocurre en el caso de los profesionales mayores de este rango edad?

Es recién a partir de los 28 a 30 años que una compañía espera que el profesional esté estudiando o tenga una maestría. Ya por encima de los 35 a 37 es normal que haya seguido esta especialización. Sin embargo, si no lo tuviera, podía compensarla con que haya estudiado en una universidad de prestigio, ya sea en el extranjero o en el país, que cuente con un buen récord académico, así como que tenga una muy buena experiencia profesional, que domine el inglés y que haya seguido algunas especializaciones más cortas.

La escasez de talento en el Perú, según Manpower, supera el 60%. ¿Cuánto contribuye a reducir las brechas que los profesionales opten por una maestría?

La escasez de talento es a nivel mundial. La formación de un profesional no está determinada 100% por una maestría, porque te brinda conocimientos técnicos, pero hace falta trabajar en el capital humano. A veces, los chicos consideran que este tipo de especializaciones van a cubrir los vacíos dejados en el colegio y en la universidad, pero no es así. Una materia que no ha sido estudiada adecuadamente en el momento correcto tarde o temprano pasa factura.

¿Cuándo es el momento correcto para seguir una maestría si es una de las grandes inversiones de un profesional?

Lo primero es que la persona tenga claro qué es lo quiere lograr y que no lo haga porque todo mundo lo está estudiando o por cuestión de moda, ya que una maestría es inversión de tiempo y dinero. Entre los 28 a 30 años es lo más recomendable, porque posee una experiencia profesional más sólida y tiene mucho más claro a qué especialidad se va a dedicar.

¿Qué criterios se deben considerar?

Entre los aspectos a tomar en cuenta es dónde desea vivir, dónde quiere trabajar y si quiere hacer una carrera local, ya que algunos son muy arraigados a su país, pero otros quieren hacer una carrera internacional. Otro punto es saber en qué etapa se encuentra un profesional, de repente tiene hijos y familia, pero otros no. También hay que ver el costo-beneficio, porque para algunos es solicitarles apoyo a los papás y para otros representa una deuda importante.

¿Por qué cada vez más jóvenes que recién egresan de las universidades optan por estudiar una Maestría en Administración de Negocios?

Esta tendencia se está dando porque la nueva generación ha nacido como más protegida que mi generación, que es la X. Ahora hay más papás que costean la maestría de sus hijos. Sin embargo, por la poca experiencia que poseen, estos profesionales no lo aprovechan porque reciben las clases como oyentes y receptivos y no como cuestionadores, que reten al sistema y al docente en el buen sentido y que le digan que en la práctica es de esa forma.

¿Cuán factible es que las compañías promuevan el financiamiento de los estudios de sus colaboradores en un contexto de desaceleración económica?

El financiamiento de maestrías siempre es importante para las empresas. Cada compañía, antes de brindarlos, debe tener en cuenta en qué contexto se encuentra. Hoy es claro que el mercado se ha contraído, que las organizaciones están tratando de reducir costos, incluso muchas personas laboran por menos sueldo. Ante ello, las compañías deben cambiarle el objetivo al financiamiento de las maestrías.

¿En qué sentido?

En épocas complicadas como la actual se pueden seguir dando, pero de una manera más selectiva, es decir, a los colaboradores que realmente lo merezcan. Las organizaciones deben considerar este sistema más que beneficio como un mecanismo de retención, ya que cuando el talento escasea, solo se quedan los mejores. Se pueden negociar precios corporativos con las universidades y descuentos en 10% a 15% por pago adelantado. Se aconseja que el colaborador firme un convenio de permanencia que si el programa dura un año o año medio, debe quedarme por dos años.

¿Hasta cuánto pueden incrementar los suelos y la empleabilidad de quienes siguen una maestría en la actualidad?

Si pensamos en que con solo la maestría vamos a lograr un buen trabajo, no es así. Se tiene que tomar en cuenta el paquete completo. Si me pides una cifra puede ayudar entre un 10% a 20%, pero todo es relativo.

Según Financial Times, algunas escuelas de negocios han perdido de vista su razón de ser: educar (sus docentes están poco preparados y cuentan con planes de estudios obsoletos e instalaciones deficientes). ¿Cómo se refleja ello en el mercado laboral?

La mayoría de instituciones que dictan una maestría son universidades que ya cuentan con una carrera de pregrado. Para efectos prácticos, lo que debemos hacer es evaluar cuáles son las instituciones que poseen las mejores carreras en pregrado, porque una institución buena en pregrado te da un indicio que pueda brindar la misma formación en posgrado. Eso no quita que pueda haber excepciones.

Cuéntenos ¿en qué aspectos deben incidir los profesionales para elegir la mejor institución?

Deben revisar el puesto en los rankings que se ubica la institución de su interés, verificar la malla curricular del programa y constatar quiénes son los catedráticos que dictarán la especialización, entre otros aspectos.

La crisis financiera del 2008 provocó que muchas empresas redujeran sus niveles de contratación, lo cual llevó a una escasez de puestos de empleo. ¿Cuál es la situación actual?

No estamos en un nivel tan crítico como en el 2008, pero las empresas están siendo sumamente cautas y la mayoría están buscando la forma de optimizar al máximo sus labores, tercerizar, es decir, se está ahorrando como una forma de prevención. En el lado profesional, buscan contratar a los mejores colaboradores del medio.

¿Cuánto afecta esta situación a los profesionales que estudian un MBA?

De hecho que está afectando a los MBA porque las empresas no están contratando en todo los sectores como sí ocurría en un año de crecimiento. Sin embargo, considero que los buenos profesionales siempre tienen un espacio por sus conocimientos. Quien busca un trabajo, pese a la crisis financiera que pudiera existir, lo encontrará si es competitivo en el circuito laboral.

Sin embargo, la desaceleración afecta todos los profesionales.

La escasez de oferta en los puestos de trabajo aplica a todos, pero si uno está bien preparado las oportunidades, tarde o temprano, llegan. Mi mensaje es que la maestría es importante, pero no es la tabla salvadora que nos garantice empleabilidad. Todo pasa por saber qué requiere el mercado.