Lunes, 10 de junio del 2019

¿Cuál es la maestría que siguen los profesores?

En un país donde la educación es un tema pendiente, vale la pena conocer los desafíos a los que se enfrentan los docentes.

¿Cuál es la maestría que siguen los profesores?
Asimilar los cambios sociales y tecnológicos de la época en que vivimos, así como aplicarlos en clase, promueve la convivencia democrática, diversidad cultural y modernización de la gestión educativa.

El Perú continúa rezagado en materia educativa. Entre los retos más importantes se encuentran reducir el número de analfabetos — que suman alrededor del millón y medio de personas —, la disparidad educativa entre hombres y mujeres, la baja comprensión lectora y el mayor acceso a la educación superior. Para Isabel Chuquilanqui Galarza, directora académica de la Maestría en Educación con mención en Docencia en Educación Superior de la Escuela de Posgrado de la Universidad Continental, se puede empezar con una política que priorice el presupuesto en educación y la calidad. “Mejores salarios para maestros, infraestructura adecuada y materiales educativos pertinentes son necesarios para asegurar el nivel de enseñanza y la universalización de la educación desde la primera infancia”.

A estos se suman retos propios de la época de cambios sociales y tecnológicos en la que vivimos, donde existen nuevos escenarios de aprendizaje. Uriel Monte, coordinador de la Maestría en Educación con mención en Gestión de Instituciones Educativas de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya (UARM), afirma que el asimilar estos cambios y aplicarlos en clase promueve la convivencia democrática, la diversidad cultural y la modernización de la gestión educativa. “Los educadores enfrentan una maraña burocrática resistente al cambio, así como procedimientos que en su mayoría desaprovechan las ventajas de las TIC. Esto sin contar los problemas vinculados a la falta de presupuesto y herramientas de gestión”.

UN SALTO POR DAR

Para el experto, la adecuada gestión de la institución educativa es uno de los elementos determinantes para elevar la calidad de los procesos, lo que redunda en la mejora del aprendizaje. “Se requiere trabajar en la construcción de proyectos educativos, así como en la formulación, validación e implementación de modelos de gestión educativa territoriales que favorezcan la realización y el logro de los resultados previstos en estos”, resalta Monte. Por su parte, la especialista de la Universidad Continental opina que las políticas y estrategias de Estado deben estar destinadas a reducir las brechas y carencias existentes en los distintos niveles educativos. “Deben responder a objetivos y metas claras respecto a quienes se quiere beneficiar estableciendo medios, sistemas de monitoreo, acompañamiento y políticas de evaluación por resultados”. Estas políticas, agrega, deben ser de largo plazo. En momentos en los que el debate alrededor de las políticas educativas parece centrarse en posiciones a favor y en contra de la llamada ideología de género, vale la pena preguntarse qué se está haciendo para desarrollar estrategias que aseguren la calidad para los educandos en el largo plazo. Estado, formadores y especialistas tienen la palabra.

ENFOQUE

Miguel Ángel Suvires García, director del Máster en Educación, Tecnología e Innovación de la Universidad Internacional de Valencia.

Las tecnologías digitales han penetrado en todos los ámbitos de nuestra vida, por lo que el sistema educativo debe responder a las demandas de la sociedad en la era digital. La formación en competencia digital docente ha permitido que el profesorado integre estas tecnologías en los procesos de enseñanza-aprendizaje. La consolidación de experiencias innovadoras con TIC en las aulas ha propiciado mejoras educativas, como el auge de metodologías activas y colaborativas, donde los estudiantes se sienten parte del proceso de aprendizaje; o el diseño de materiales didácticos innovadores que enriquecen las experiencias de enseñanza, que preparan al alumnado para desarrollarse, no solo para un futuro, sino, también, para un presente digital. Sin embargo, la formación docente en competencia digital no puede ser meramente instrumental. El reto actual de las políticas educativas es superar esta perspectiva inicial y reconocer las implicaciones económicas, políticas y sociales de lo digital, para integrar en el currículum y en la formación inicial y continua de los docentes una perspectiva crítica sobre cómo nuestra relación con las tecnologías modifica nuestra forma de relacionarnos y desarrollarnos como sociedad.

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