¡Controla la actividad virtual de tus hijos en Internet!

En tiempos de Internet, el control parental que ejerces en tu casa, en vivo y en directo, debe trasladarse al mundo virtual. La doctora Rachael Silberman, docente de la carrera de Psicología de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), explica que ello implica una serie de puntos, de los cuales la comunicación es fundamental.

“Es importante que los padres sepan en qué se involucran sus hijos, desde pequeños hasta adolescentes, para poder resolver inquietudes que, a veces por falta de experiencia y madurez, los llevan a cometer errores y a desarrollar la desconfianza y el miedo a contar algo que les han dicho”, explica.

Tú, como madre o padre, debes guiar a tu hijo frente a lo desconocido. No lo juzgues, guíalo con amor y trata de comprenderlo. Conversar, compartir, amarse y transmitir mensajes preventivos son la mejor medida de control que puedes aplicar.

A decir de Claudia Schiappa-Pietra, directora de Nido Alma Mater, “lo más adecuado es educar en el uso adecuado de Internet, pero también es importante apoyarse en herramientas digitales de control y saber qué paginas bloquear”.

Lo cierto es que el 75% de los padres no ejerce ningún tipo de control parental del móvil de sus hijos, según una encuesta realizada por S2 Grupo desde su blog Hijosdigitales.es. Pero si tú deseas hacerlo, te ofrecemos algunas opciones.

1. Find my Friends te muestra un mapa con la ubicación  del celular.

2. MamaBear puedes ver la actividad en redes sociales de tus hijos.

3. Norton Family te permite monitorear los sitios web que visitan tus chicos.

CONSEJOS

► Si le quitas la tablet, la computadora o el celular a tu hijo, debido a un mal uso, explícale por qué lo haces y ayúdale a entender los riesgos de daños y perjuicios que corre.

► Escúchalo y no lo juzgues. Date un tiempo para conversar y atender sus dudas e inquietudes para que busque siempre respuestas en ti y no en desconocidos.

SABÍAS QUE…

A la edad de 13 años, Alicia Kizakiewicz fue secuestrada, violada y torturada en Pittsburgh (EE. UU.) por un sujeto que la contactó por Internet y se hizo pasar –durante ocho meses- por un chico bueno. A los cuatro días de cautiverio, fue rescatada por el FBI. Por esos años, en el 2002, las familias no eran educadas acerca del peligro de navegar por las redes. Pero al año siguiente, en respuesta de lo sucedido, ella empezó a contar su historia para evitar que otros pasen por ese trance.