Viernes, 26 de julio del 2019

¿Sabías que el pisco no es un licor? Descubre por qué

Revisa la respuesta de los expertos, en base a los procesos que convierten al jugo de la uva en nuestra bebida de bandera.

¿Sabías que el pisco no es un licor? Descubre por qué
El resultado de su cuidadoso proceso de fabricación es un líquido de color limpio y cristalino, con un grado de alcochol de 38 a 42 grados.

Nuestro pisco es un destilado de uva que primero pasa por un proceso de fermentación. No recibe ningún añadido ni aporte en su preparación. Incluso, en el mundo hay otros destilados que reciben una hidratación (se les añade agua). Esta práctica no ocurre con el pisco. Tras la cosecha, los racimos se transportan para su despalillado o estrujado. Actualmente, se realiza a mano o con máquinas. De ese modo, se libera el mosto de la uva. Posteriormente, se procede a la maceración con un vigilante cuidado de la temperatura (por lo general, muy baja). Luego vendrá el prensado donde se escurre el mosto (los más finos no se prensan, se separan). Estos son llevados a un alambique para su destilación. “Su graduación de alcohol es de 38 a 42 grados. El resultado es un líquido de color limpio y cristalino”, describe Jorge Norabuena Rosales, experimentado bartender nacional.

Los licores, por su parte, son bebidas alcohólicas que se producen mediante la mezcla, la maceración o el destilado de diferentes sustancias hechas con hierbas, raíces y también de las frutas. Un licor presenta un porcentaje de azúcar que se le agrega, y su graduación de alcohol va desde 15 hasta 50 grados. Ahí tenemos por ejemplo el Benedictine, el Anís del Mono, el Gran Maniere, entre otros. Sus aromas generalmente son frutados. “Por lo tanto, el pisco es seco con aromas a uva. Y no tiene ningún agregado de azúcar. Entre tanto, el licor es dulce, su sabor y color se presentan en base al fruto o hierba mediante los cuales está hecha su composición”, agrega.

MOSTOS FRESCOS

“Nuestro destilado de bandera, el pisco, es una bebida alcohólica obtenida por destilación de los mostos frescos fermentados de uvas pisqueras, en un alambique discontinuo o en una sola destilación”. Lo afirma Juan Carlos Gómez, otro de los destacados bartender peruanos que ahora también se dedica a dictar cátedra y compartir sus conocimientos con los jóvenes interesados en desarrollar el tema. Y mientras el pisco no tiene aditivo alguno, ni agua y menos aún azúcares, la composición de los licores, muchos de ellos de respetada factura, es feliz y absolutamente diferente. “Un licor es una bebida obtenida mediante diferentes procesos, como la maceración, la infusión, la destilación, entre otros. En estos procesos, se agregan diversos ingredientes que le otorgan un sabor característico”, describe. Ahí está la clave. Los licores se diferencian de los destilados por contener, en adición, el azúcar, y por ende son más dulces y presentan interesantes atributos digestivos y al paladar. ¿El pisco? El pisco es otra cosa, mucho mejor y más deliciosa.

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