Según expertos, la profesión es ideal para los nativos digitales y la clave está en la capacitación diaria.
“La red es un nuevo y complejo campo dominado por el profesional del diseño gráfico. Su particular arquitectura y las múltiples posibilidades para añadir imágenes móviles en animación o en vídeo, fotos, gráficos y textos en un ambiente interactivo así como la posibilidad de distribución en tiempo real a través de diversos canales y dispositivos lo han transformado en una profesión muy prometedora”, sostiene Jorge Vásquez, coordinador nacional de la Escuela de Tecnologías de la Información del Senati.
Pero para que el diseñador digital se convierta en indispensable en este campo tuvo que pasar un buen tiempo. Vásquez recuerda que en la década de los 90, la tarea de crear páginas web estaba dominada por los técnicos en informática. Ellos manejaban los códigos del lenguaje de programación y, pese a no tener experiencia en términos gráficos, eran los encargados de transmitir mensajes, pero en plataformas totalmente planas, con contenidos confusos y organización desordenada.
Con la evolución de las herramientas y software de diseño se inicia el gran cambio. Según Wayo Saravia, profesor del diplomado de Diseño Gráfico de Cibertec, el diseñador pasó de manejar la imagen gráfica tradicional (logos, papelería, folletos, etc.) a proyectar interfaces y a producir piezas web, móviles o comunicación gráfica en redes sociales.
Su trabajo en la actualidad implica ingresar al mundo de la programación, desarrollar mensajes concisos, planes creativos e inmediatos para la plataforma digital y generar interactividad entre las empresas y sus posibles clientes. Además, muchas compañías les han confiado las decisiones gráficas y creativas, lo que los obliga a desarrollar capacidades de análisis y liderazgo.