Aprende a ahorrar para adquirir tu próximo vehículo

Desde mayo del 2018, el Gobierno anunció el aumento del Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) a los automóviles nuevos a gasolina (de 0% a 10%) y diésel (de 10% a 20%). Este incremento en los precios hizo que muchos consumidores lo piensen antes de endeudarse con un crédito vehicular, sobre todo si es por un auto nuevo. Así, esta forma de financiar el auto nuevo sufrió una caída de 6,71% en diciembre del 2018 (según cifras de Asbanc), en comparación con el mismo mes del 2017, cerrando un año donde la curva de crecimiento de este producto se mostró al descenso desde junio de ese año.

Por eso, no han sido pocos los usuarios que han volteado la mirada hacia el mercado de los vehículos usados o también conocidos como seminuevos, los cuales tienen un precio menor y, algunas veces, mantienen la garantía de fábrica por salir del mismo concesionario.

PAGAR SIN ENDEUDARSE

Ante este nuevo panorama, productos de entidades financieras que sirven como una cuenta de ahorros para el pago exclusivo de un auto han comenzado a ganar fuerza. Yang Chang, miembro del Consejo de Administración de la Cooperativa de Ahorro y Crédito Coopera, sugiere tres opciones de compra. La primera es abrir una cuenta de ahorro en un banco, una caja o una cooperativa hasta juntar el dinero necesario para comprar tu auto. “Dependerá de tu capacidad de ahorro y de la premura con la necesites el auto para optar esta alternativa”, comenta.

La segunda alternativa es través de fondos colectivos, también conocidos como Panderos. Aquí se necesita mucha paciencia y puntualidad en el pago de las cuotas. Las modalidades para adjudicarte un vehículo son por sorteo, remate o al final de los 60 meses. “La ventaja es que los intereses son más bajos en comparación a un préstamo vehicular. El inconveniente es el tiempo que puede transcurrir para que el auto sea tuyo”, explica.

OPCIÓN CRÉDITO

Así, el crédito vehicular, que también sirve para financiar autos seminuevos, es la tercera opción del ejecutivo. Eso sí, a la hora de elegirlo no solo se debe tener en cuenta la Tasa Efectiva Anual (TEA) del crédito, sino la Tasa de Costo Efectivo Anual (TCEA) pues esta incluye todos los costos del préstamo, además de los intereses.

Por su parte, Myriam Díaz, gerente de Crédito Vehicular y Crédito de Estudio del BCP, sugiere a los clientes evaluar la posibilidad de un préstamo de este tipo, en lugar de un ahorro programado, ya que desde que sale de la tienda, el auto pierde valor y se deprecia, aproximadamente, un 20% cada año. Por tanto, “ahorrar para comprar un auto al contado es como ahorrar para invertir en un negocio que sabemos que al cabo de cinco años va a reducirse”, afirma.

LEASING

Otra de las formas para financiar el vehículo es el arrendamiento o leasing. En esta forma, el cliente pagará una cuota mensual por la unidad dentro de un plazo determinado, pero no será suyo a menos que así lo decida al final del acuerdo. Para concretar la compra, deberá abonar una cantidad adicional a lo pagado durante el periodo que usó el auto, acordada con el arrendador.

Si bien esta modalidad está más difundida entre quienes compran unidades para trabajo, también hay clientes particulares que invierten en vehículos, sobre todo para los de precios muy elevados.

DATOS

Mes negro. Diciembre del 2018 fue el peor mes del año para la venta de vehículos livianos y pesados, que disminuyó en 29,2%. En comparación al año 2017, solo se colocaron poco más de 11 mil quinientas unidades versus 16 mil doscientas en el mismo periodo del 2018, de acuerdo a la Asociación Automotriz del Perú (AAP).

Incremento a la vista. Solo las pick ups, que fueron liberadas del ISC, crecieron su venta en 4,6% en el último mes del año pasado.

CITA

“Compra el auto cuyos gastos puedas pagar. La adquisición de un vehículo debe ser siempre responsable”.

Myriam Díaz Lúcar, gerente de Crédito Vehicular y Crédito de Estudio del BCP.