3 pasos básicos para construir una buena reputación

La buena reputación corporativa no solo trata de vender una imagen positiva de la empresa, sino de establecer acciones que motiven el reconocimiento de los clientes, proveedores, colaboradores y la sociedad en general. Expertos nos explican cuáles son los pasos para lograr un reconocimiento de forma estratégico y prevenir una crisis que ponga en riesgo la reputación de la empresa:

PASO 1

► Tener un enfoque filantrópico a través de las fundaciones o en la organización de campañas de márketing social con sus productos o servicios.

► Identificar los valores o variables con los que quieren ser reconocidos. El encargado de establecer estos objetivos es la alta gerencia.

PASO 2

► Poner en marcha compliance management o risk management para asegurarse de que cumplen con las leyes y reducir su riesgo por actos de corrupción.

PASO 3

► Identificar quiénes son los stakeholders o grupos de interés para la unidad de negocio y cuáles son las oportunidades, riesgos y problemas potenciales que afrontan. Con esta información, definir los objetivos de mejora y las medidas de prevención a tomar en cuenta en caso se active una crisis. Entre las acciones destacan la implementación de programas de responsabilidad social, el desarrollo de un mayor compromiso con sus colaboradores, entre otros.

► Realizar un diagnóstico para establecer cómo los reconocen y en base a estas brechas detectadas, se pongan en marcha acciones concretas. La tarea es ardua, pero los beneficios son innumerables.

LA BUENA IMAGEN CORPORATIVA

José Miguel Solano Morales, gerente general de Merco en Perú indica que la reputación corporativa se puede estudiar bajo dos enfoques. El primero es la percepción de los stakeholders sobre el comportamiento de la organización. El segundo es la valoración o reconocimiento que hacen los stakeholders del comportamiento de la organización.

En ese sentido, se puede decir que la reputación comercial es el reconocimiento que hacen los grupos de interés del comportamiento corporativo de la empresa a base del cumplimiento de sus compromisos y la satisfacción de sus expectativas.

Aunque si bien una buena imagen hace atractiva tu marca, porque genera el interés de los consumidores finales, no garantiza una buena reputación corporativa. Así lo señala Helena Pinilla García, gerente general de Intrapreneur Cambio y Gerencia, representante de Villafañe y Asociados en el Perú, quien explica que son dos conceptos diferentes, pero que en el país, muchas veces, se usan como sinónimos.

“Una imagen positiva son las buenas acciones que realizó y comunicó, pero para que haya reputación tengo que comprometerme a ciertos objetivos con mis stakeholders específicos y cumplirlos. Son ellos quienes deben reconocer mis acciones”, agrega la experta. De esta manera, una buena reputación no es una estrategia de márketing o relaciones públicas, sino que implica realidad y el reconocimiento de esa realidad.

Estuardo Lu, docente de la carrera de Administración y Márketing de la Universidad ESAN, señala que es importante construir una buena reputación corporativa porque le permite a las empresas mejorar su posición comercial y financiera y ser más eficientes. Esto significa gozar de la confianza de sus clientes o proveedores, tener acceso a líneas de crédito o de financiamiento y contar con respaldo necesario para formar alianzas estratégicas.

Pinilla García sostiene que el gran beneficio es construir credibilidad y confianza, aspectos fundamentales para hacer negocios en un contexto globalizado. “Si quieres tener nuevos socios, clientes fidelizados y ser socios del Estado, debes lograr que confíen en ti”, precisa. Alcanzar este objetivo es una tarea de todos los días y requiere de un trabajo arduo de cada uno de los integrantes del equipo, no solo cuando se presenta alguna crisis.

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