Medicina, una carrera de largo aliento
Conoce las nuevas formas de enseñanza de las universidades en el país y lo que
cuesta obtener el ansiado título.
En el último examen de admisión de la universidad Nacional Mayor de San Marcos, realizado en setiembre de 2016, la carrera de Medicina fue la más demandada. Con 1.962 aspirantes superó a las líneas de Derecho e Ingeniería Industrial, tan cotizadas en el país y el mundo.
Lo curioso es que se trata de una carrera bastante larga. Para comenzar, el estudiante pasa unos siete años en la universidad. Posteriormente debe postular al Servicio Rural Urbano Marginal de Salud (Serums), que le permite trabajar durante un año para el Estado y con ello acumular un puntaje. Ojo, que este es un requisito indispensable para dar el examen de especialidad, que le tomará otros tres años más.
Entonces, ¿qué es lo que hace tan atractiva esta profesión? Según el doctor Pedro Mendoza, director de Medicina Humana de la Universidad Norbert Wiener, “la carrera es esencialmente una profesión de servicio y esa es la consideración que se tiene en cuenta cuando se le elige. Sin embargo, un buen profesional logra ingresos por encima del promedio. Especialmente si opta por una especialidad en la cual hay menor oferta actualmente como la Medicina Ocupacional, la Anestesiología, o las subespecialidades”.
En esos casos, un recién graduado puede alcanzar ingresos de S/. 50 mil anuales en una institución pública. Cifra nada desperciable, sobre todo considerando que el sueldo mínimo en el país es de S/. 850.
“Un médico general en el sector público puede iniciar su vida profesional con un sueldo de 4.000 soles. Pero tengo exalumnos con competencias bien desarrolladas que trabajan en empresas transnacionales y que inician su vida laboral con más de S/. 8.000 y en un par de años superan los S/. 10.000”, precisa Alejandro Bermúdez García, director de Medicina Humana en la Universidad Científica del Sur.
Eso sí, para alcanzar el grado se debe tener vocación de servicio. Bermúdez añade que “el cuidado de la salud es una labor muy delicada y muy exigente que implica una inversión grande de recursos para el estudiante y su entorno. Se debe tener una personalidad diferente, con niveles altos de vocación de servicio (…) Si ves la medicina solo como un medio para ganar dinero, esta no es tu profesión”.
La propuesta curricular en la mayor parte de instituciones que ofrecen esta profesión promueve el desarrollo de competencias. Combina conocimientos teóricos con experiencia y trabaja en la formación de profesionales con principios éticos.
“La enseñanza de la salud ha tomado un vuelco total en los últimos 15 años en nuestro país. No solo se busca el desarrollo cognitivo, sino también el desarrollo de habilidades y actitudes. El acceso a la información ha hecho que los libros clásicos entren en competencia con aplicaciones informáticas actualizadas o con contenidos interactivos que hacen de la formación una experiencia mucho más vivencial”, sostiene Bermúdez.
Cada institución busca la forma de poner en contacto al futuro médico con el paciente lo antes posible. La novedad en ese sentido son los laboratorios de simulación clínica, escenarios controlados donde los jóvenes practican desde que inician la carrera como si estuvieran en un consultorio real.
“Desde el primer ciclo los estudiantes empiezan a desarrollar habilidades clínicas haciendo uso extenso de pacientes simulados. Tenemos un centro de simulación con ambientes de laboratorio, tal y como los que se encuentran en una clínica u hospital, y una sala de observación.
Los estudiantes hacen la entrevista y el examen físico a los pacientes simulados mientras otros observan y luego cambian los roles durante el ciclo”, expone Manuel Gutiérrez, director de la carrera de Medicina de la UPC.
Adicionalmente, en los últimos tres años, el trabajo es fundamentalmente práctico. Los alumnos asisten a centros asistenciales públicos y privados para integrarse a la jornada, colaborar y aprender.
A ello se suman las experiencias en el exterior. La universidad Científica del Sur promueve intercambios estudiantiles y pasantías a través de convenios.
“Más de la mitad de los estudiantes (de la UPC) hacen alguna rotación fuera del país, en algún hospital o institución del extranjero. La experiencia de hacer prácticas en un medio distinto, con filosofías diferentes les abre un universo para comprender lo que es la práctica médica, entendiendo –a su vez- lo que es la cultura local de cada país”, precisa Gutiérrez.
RETOS EN SALUD
“Somos un país que tiene el sector salud fragmentado. Tenemos las clínicas privadas, los hospitales municipales, regionales, Essalud, Fuerza policiales, etc. y servicios paralelos donde no se aprovecha con eficiencia los recursos. Se registran más de 469 hospitales en el Perú y se requiere profesionales preparados para asumir nuevos retos”, explica la doctora Ana María Jáuregui, decana de la Facultad de Ciencias de la Salud de USIL.
En muchos casos el profesional debe trabajar en hospitales sin recursos. Lugares donde faltan camas para la alta demanda de pacientes. Los equipos son obsoletos, de mala calidad o les falta mantenimiento, donde en vez de curar se contraen infecciones. Un caos que exige especialistas en gestión que sepan cómo maximizar la eficiencia de los servicios.
Pese a ello, la nueva generación de profesionales médicos se alista, desde distintas universidades para convertirse en una propuesta de solución para los problemas existentes.
A TOMAR EN CUENTA
► Actualizado: Su preparación exige cursos donde se estimule la curiosidad y la investigación científica. El aprendizaje nunca termina.
► Investigador: Debe ser capaz de realizar interrogatorios, exámenes físicos para establecer diagnósticos y tratamientos.
► Claro: Es clave que sepa comunicarse de forma efectiva tanto con los pacientes como con su equipo. De ello, podría depender una vida.
DATO
La carrera de Administración de la Salud que brinda la universidad San Ignacio de Loyola (USIL) se encarga de preparar a los jóvenes con vocación de servicio para que logren la eficiencia de los sistemas de salud. Sus egresados pueden liderar servicios médicos, laboratorios o trabajar en proyectos del sector para la implementación de clínicas y hospitales.